Hoy, con profunda tristeza, desde el Proceso de Comunidades Negras en Colombia – PCN, nos unimos al duelo de los pueblos del mundo por la partida física de José «Pepe» Mujica, referente moral y político de los movimientos populares y progresistas de América Latina. Su vida, marcada por la coherencia entre el pensamiento y la acción, deja un legado que resuena con fuerza en nuestras luchas por dignidad, justicia social y soberanía.
Como resumen y vivo legado expresado por el mayor Naka Mandinga, de la siguiente forma: «Ya se secó el manantial, el agua que daba vida, murió la planta florida, la luz que nos alumbraba, quedó la bandera izada, pero LATINOAMERICA CAUTIVA. Hasta siempre, GRAN MAESTRO». Se despide con dolor inmenso a este maestro como así lo categoriza entre sus letras de duelo.
Pepe Mujica no fue un político común. Fue campesino, militante revolucionario, preso político durante casi 15 años en condiciones inhumanas, y más adelante presidente de la República Oriental del Uruguay. Pero más allá de los cargos, Mujica fue ejemplo viviente de humildad, consecuencia y compromiso con las mayorías históricamente excluidas. Vivió como pensaba: sin ostentación, sin vanidad, y con una claridad ética que lo convirtió en un faro para quienes soñamos con sociedades más justas y humanas.
Desde el PCN, lo recordamos como un hombre que abrazó las causas de los pueblos negros, indígenas y empobrecidos con respeto y honestidad. Sus palabras, siempre llenas de sabiduría popular y profundamente humanas, nos convocaban a la reflexión y al accionar colectivo. En sus discursos y en su vida cotidiana, Mujica demostró que otro mundo es posible, y que la transformación social pasa por la coherencia, la organización y el amor por la humanidad.
Hoy, su muerte no es solo la partida de un expresidente, sino la de un hermano latinoamericano que caminó al lado de los pueblos, no por encima de ellos. Su ejemplo seguirá vivo en nuestras luchas territoriales, en nuestras apuestas de autodeterminación y en cada paso que damos por la justicia racial, social y ambiental.
Desde los territorios ancestrales del pueblo negro en Colombia, alzamos nuestras voces para decir: ¡Gracias, Pepe! Gracias por enseñarnos que la rebeldía con causa y la sencillez del alma pueden cambiar el mundo.
¡Pepe Mujica vive en la lucha de los pueblos!
¡Honor a su memoria!
Con nuestra tradicional afirmación de Vida, Alegría, Esperanza y Libertad.
PROCESO DE COMUNIDADES NEGRAS EN COLOMBIA– PCN.
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