Bogotá D.C. 16 de julio de 2025.
Desde una posición comprometida con la justicia racial, la dignidad institucional y los procesos de
transformación social liderados por personas negras, rechazamos los señalamientos públicos del
presidente Gustavo Petro hacia el Ministro de Igualdad, quien ha sido desautorizado y cuestionado
no solo por decisiones internas de su cartera, sino además a través de un discurso que refuerza jerarquías
raciales inadmisibles dentro de un Estado que se pretende incluyente.
Nos preocupa profundamente que el presidente, en un intento de defender la inclusión de sectores
históricamente marginados como los/as trabajadoras sexuales y modelos web cam, termine reafirmando
una narrativa racista al afirmar que “a mi nadie que sea negro me va a decir que se va a excluir”, en
referencia a su propio ministro, un hombre negro que dirige el Ministerio de la Igualdad.
Ese tipo de enunciados:
- Desconocen la legitimidad política, ética y profesional del Ministro como autoridad de su
propia cartera; - Refuerzan la subordinación simbólica de liderazgos negros al poder blanco-mestizo, la cual ha
sido reiteradamente denunciada por la vicepresidenta de la república y a quien también hemos
públicamente respaldado; - Y reducen la experiencia racial de una persona negra a un argumento utilitario, en lugar de
reconocer su capacidad de agencia, decisión y liderazgo institucional.
Tal como ha señalado la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en su informe sobre
“Afrodescendientes, Derechos Humanos y Discriminación Racial en las Américas” (2011), el racismo
estructural se manifiesta no sólo en prácticas abiertas de exclusión, sino también en discursos,
representaciones simbólicas y relaciones de poder que perpetúan la desigualdad racial, incluso en
contextos progresistas o inclusivos. Al deslegitimar públicamente al Ministro no por sus decisiones
sino por su identidad racial, y al instrumentalizar su negritud como criterio para validar o invalidar
opiniones, el presidente incurre en una forma de racismo institucional que debe ser visibilizada y
corregida.
La Corte Constitucional de Colombia, en la Sentencia T-276 de 2022, reconoció que los patrones de
racismo y discriminación estructural están “arraigados en el funcionamiento de las instituciones”, y
señaló la responsabilidad del Estado en adoptar acciones afirmativas para revertir estos patrones
históricos de subordinación y exclusión.
Expresamos nuestro respaldo a la vicepresidenta Francia Márquez, quien ha sido objeto de todas
las formas de opresión sistemáticas, de violencias racistas, clasistas y sexistas desde que asumió
funciones en el gobierno nacional. Su presencia en el poder ha incomodado profundamente a sectores
que históricamente han monopolizado la representación política, y su liderazgo ha sido constantemente
cuestionado no por sus capacidades, sino por su identidad como mujer negra, lideresa social y defensora
del territorio. Francia Márquez representa una ruptura con las lógicas tradicionales del poder, y por ello
ha sido blanco de burlas, exclusiones mediáticas, discursos de odio y ataques institucionales. Su
experiencia es evidencia viva del racismo estructural que persiste en Colombia y que se recrudece
cuando las personas negras ocupan espacios de poder desde sus propias trayectorias, saberes y
lenguajes.
También respaldamos al Ministro de Igualdad como líder afrodescendiente con trayectoria,
formación y compromiso probado con las luchas por la justicia racial, de género, sexual y económica
en Colombia y América Latina. Su ejercicio de gobierno no puede estar supeditado al consentimiento
o corrección pública del presidente, especialmente si esta corrección reproduce una lógica colonial
donde el sujeto negro debe ser “educado” o reprendido desde una figura de autoridad blanca.
La transformación del Estado requiere no solo voluntad política, sino también coherencia
antirracista en el ejercicio del poder. El liderazgo negro no necesita tutela ni moralización. Necesita
respeto, autonomía y garantías para construir una institucionalidad con y desde los pueblos racializados.
Firmamos este comunicado las organizaciones del Consejo Nacional de Paz Afrocolombiano –
CONPA, quienes creemos que la igualdad no puede ser dirigida ni administrada desde la
subordinación simbólica de sus propios actores. La verdadera igualdad comienza por respetar
los liderazgos que la encarnan.
Conferencia Nacional de Organizaciones Afrocolombianas-CNOA
Consejo Laboral Afrocolombiano-CLAF
Autoridad Nacional Afrocolombiana-ANAFRO
Foro Interétnico Solidaridad Chocó – FISCH
Red de Mujeres Kambiri
Centro de Pastoral Afrocolombiana-CEPAC
Asociación de Consejos Comunitarios del Norte del Cauca- ACONC
Proceso de Comunidades Negras -PCN
Asociación Nacional de Afrocolombianos Desplazados-AFRODES
Asociación de Mujeres del Norte del Cauca- ASOM
Red de Mujeres del Caribe- REMA
Comité de Paro Cívico de Buenaventura
Comité de Paro Cívico de Chocó
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