Hace cinco años una avalancha arrasó con el corregimiento Bendiciones: 38 muertos, cuatro desaparecidos, cerca de 200 vehículos quedaron atrapados, más de 100 viviendas fueron arrasadas, 285 familias perdieron sus cultivos y 36 personas resultaron heridas.

Ante esta fatal emergencia, los funcionarios desde el orden local al nacional, prometieron resarcir a las familias, mediante la construcción de 210 viviendas. Cinco años después, los damnificados exigen el fin de la negligencia estatal, pues como dicen: “ya no aguantamos más”.

Como si fuera poco, desde hace seis meses la alcaldía tampoco les ha cumplido con los arrendamientos acordados. Esta situación contribuyó para que se tomaran la entrada de la alcaldía de Buenaventura y restringieran el paso de los funcionarios a esas instalaciones.

Lucila Martínez, presidenta del Consejo Comunitario de Bendiciones, manifestó su preocupación frente a los continuos incumplimientos de la Alcaldía y la gobernación: “Desde hace cinco años los damnificados andan en Buenaventura, en las casas ajenas, como pidiendo limosna sin necesidad cuando lo que ocurrió fue un desastre natural”. El alcalde por su parte, insiste en responsabilizar a la gobernación de no cumplir con un “otro sí”, paso sin el cual la Nación no puede desembolsar los dineros.