El día que el triunfo alcancemos
Ni esclavos ni dueños habrá
Los odios que al mundo envenenan
Al punto se extinguirán.
El hombre del hombre es hermano
Cese la desigualdad
La tierra será el paraíso
Bello de la humanidad
[Estrofa III de la Internacional
Autor: Eugenio Pottier,
escrita 1871 en Plena Comuna de Paris]
Por Nuria Barbosa León, periodista de Radio Progreso y Radio Habana Cuba
El Día Internacional del Trabajo es una fecha, para los cubanos, donde se festejan las conquistas alcanzadas, muy por el contrario en el resto del mundo en la cual se exige los derechos laborales sin garantías.
Según informaciones publicadas por la Organización Internacional del Trabajo, la crisis económica se hace notar cada día con nuevos despidos en empresas grandes y pequeñas de todos los sectores en distintos países. Y este año, hasta 51 millones de personas en el mundo podrían perder sus empleos, lo que llevaría la cifra de desocupados hasta 230 millones.
Pero el sector más vulnerable son las mujeres y los niños, ellas son empujadas a dedicarse al comercio informal porque la tasa de desempleo es de 9.3 por ciento frente al 6.7 por ciento para hombres. Sin mencionar que las empleadas deben hacerlo por salario inferior, sin garantías para la maternidad y el cuidado de los hijos, sin derecho a la capacitación y con la carga adicional de la faena doméstica en la elaboración de los alimentos y la higiene en el hogar.
Pero a su vez, aumenta más la contratación informal de niños y adolescentes y una cifra alarmante es la de 352 millones de menores de edad vinculados a formas de trabajo que deben erradicarse por ser altamente peligrosas o entrañar explotación y al menos 8 millones realizan actividades de prostitución o trabajo forzoso, incluyendo en esta última cifra aquellos que, sin ser trabajadores en sentido estricto, participan en conflictos armados.
En Argentina, los niños son usados en las fumigaciones de la soja donde se utiliza el herbicida Randap y 2-4 D, sustancias altamente contaminantes para la salud humana por su olor fuerte. Ellos deben marcar los terrenos y luego son mojados por la máquina. Cobran de veinte y veinticinco centavos la hectárea y según un relato publicado en: http://www.lacoctelera.com/red-latina-sin-fronteras, se denuncia: “A veces también ayudamos a cargar el tanque. Cuando hay viento en contra nos da la nube y nos moja toda la cara”.
El hecho más terrible es la utilización de mano de obra esclava en Brasil, en ciudades como: São Félix do Xingu y Santana do Araguaia y otros poblados del sur y sureste. Según las estadísticas brasileñas del Ministerio de Trabajo y Empleo, en el año 2000 se registraron en Brasil 465 casos de trabajadores esclavos liberados después de las denuncias, en 2001 fueron 2.416 casos y en 2002, 4143 casos. No se han publicado cifras recientes.
En vez de cadenas, los trabajadores esclavos brasileños son atrapados por mecanismos más sutiles, como una deuda ilegal, y otros no tan sutiles, como las recurrentes amenazas físicas y psicológicas durante su cautiverio.
Sin embargo, al cerrar el pasado año, Cuba nuevamente logró mantener al 1,9% su tasa de desempleo y dirige su gestión hacia el incremento de la calidad del empleo.
Jóvenes y mujeres, segmentos duramente castigados por el desempleo en el mundo, en Cuba constituyen prioridad en el acceso a las fuentes de ocupación y a las prioridades de formación y capacitación de cualquier sector.
Sigue en pie la inserción de los jóvenes a los estudios como empleo, inédita experiencia cubana, que ya tiene frutos con la graduación de técnicos y universitarios surgidos de estas filas, hoy presentes en la vida laboral con iguales posibilidades de acceso en cualquier parte del territorio nacional y con el mismo tratamiento salarial y de derechos laborales.
Durante los años de la recuperación económica -a partir de 1995- nuestro Estado ha impulsado una fuerte labor de rescate del empleo: en este período se han creado 712 mil nuevos empleos permanentes.
De estos, casi la mitad fueron destinados a: agricultura, educación, salud, agroindustria azucarera, comunales y gastronomía. Se hace una revisión de las formas de pago para vincularlo cada vez más al resultado de la producción y aunque existen desmotivaciones que atentan contra la incorporación al trabajo, hay una creciente preocupación en la población por incorporarse a un centro de trabajo para disfrutar de las garantías de seguridad social y jubilación.
Caracteriza también a este período la posibilidad del pleno empleo para personas con discapacidad que soliciten ocupación, con aprobación de una comisión médica; el incremento de la incorporación de mujeres y jóvenes; y la atención gubernamental priorizada a las provincias orientales, con un ojo avizor sobre los municipios de mayores índices de desocupación.
La mayor parte de los trabajadores cubanos son afiliados a las organizaciones de base sindicales y las asambleas laborales se convierten en la máxima expresión del sentido de la democracia. Estas son presididas por lo líderes sindicales y los cuadros administrativos, es en ese momento donde los trabajadores expresan sus preocupaciones el proceso productivo que se lleva a cabo y el administrativo debe responder y entre todos buscar soluciones al respecto.
El mecanismo se consolida cuando se da a conocer las cifras del presupuesto para producir y el cumplimiento de los objetivos de trabajo. Es, entonces, cuando se logra una mayor participación del productor activo en el flujo de producción ya que se decide cómo emplear los recursos materiales. Esta es una práctica novedosa que se realiza desde hace muy pocos años y que estará acompañada de otros mecanismos como es la decisión del monto salarial de acuerdo a lo producido, así como la mejor selección de los cuadros administrativos.
Si todos los seres humanos no tienen el mismo derecho a la atención médica, así sea una operación del corazón o un trasplante de órgano; si hay analfabetos, si los niños y los jóvenes no están en las escuelas; si hay niños que tienen que trabajar para vivir y adultos que no tienen trabajo; si el dinero domina los procesos electorales, corrompe el sistema político y pervierte la legalidad; si los medios de prensa tienen dueños y responden a castas nacionales o mundiales y la libertad de prensa incluye la libertad de mentir; si la propiedad privada se adueña del patrimonio cultural e histórico de las naciones; si unos poseen una riqueza innecesaria y absurda y otros viven sin techo. Entonces hay razones de sobra para exigir más que para festejar.
Arriba los pobres del mundo
De pie los esclavos sin pan
Y gritemos todos unidos
¡Viva la Internacional!