Acaso espera Europa que luego de centurias de saquear Africa despojándola de su cultura, de sus recursos materiales y humanos, de inyectarla con su fiebre perniciosa de consumo, vaya a encarar el nuevo milenio como una suerte de castillo artillado y compacto en cuyo interior todos son felices mientras fuera cunde el hambre Y la desesperación?