Luego de la quiebra de Coltejer, continúa la agonía de la industria textil colombiana como consecuencia de las políticas neoliberales. El nuevo golpe lo constituye la liquidación de Textiles Espinal S.A. y C.I. Fatextol, empresas del Tolima.

La medida deja sin trabajo a 750 trabajadores, agravando la situación de desempleo del Tolima cuya capital, Ibagué, presenta una tasa de desocupación del 18,2%, la segunda más alta del país.

El senador Jorge Enrique Robledo rechazó la liquidación de las empresas tolimenses y explicó que la apertura económica marcó el comienzo del fin para la cadena productiva textil, sentenciada a desaparecer definitivamente con el vencimiento del Acuerdo Multifibras en 2005.

“Entre 1990 y 2007 las importaciones de textiles y confecciones crecieron 17,5 veces, pasando de 75 millones de dólares a 1.321 millones, mientras que las exportaciones tan sólo lo hicieron en 3,9 veces. El libre comercio sustituye la producción nacional por la extranjera, afectando a nuestros trabajadores, campesinos y empresarios”, afirmó el congresista del Polo.

Robledo exigió del gobierno medidas que protejan la industria nacional y eviten la quiebra del sector textil. “La defensa de la producción y el trabajo nacionales depende de que el país recupere la soberanía”, concluyó el senador del Polo.