Algun@s desde tiempos anteriores y much@s otr@s en los de las discusiones con el gobierno nacional conocimos y compartimos con Chonto momentos de vida, lucha y esperanza; su capacidad de análisis y convencimiento político aportó enormemente al proceso afro o de comunidades negras en ese momento para sortear muchas de las más difíciles situaciones en el importante proceso de conquista en el reconocimiento estatal de los derechos del pueblo afrodescendiente en Colombia en los años 80 y 90, proceso que no termina.

Chonto, siempre cuestionador y actuante de la palabra, era de los que dicen y hacen. Igual de importante fue para él la disertación política, el ejercicio de la escritura como el de la acción política en terreno tanto al frente de las comunidades y grupos organizados como frente a instituciones del Estado.

Contó con la suerte que ya pocos sujet@s polític@s tienen en Colombia y el mundo, murió de muerte natural. Que los y las Orishas lo sigan acompañando en su paso por ese mundo para nosotros aún desconocido, donde congos, marimbas y tambores alegran el transcurrir de los ancestros y de los que parten de este mundo que conocemos. Como él mismo dijo: “Soy Chonto Serna, mi  sangre está lavada por los congos africanos y soy de los legítimos cimarrones que quedan en estas tierras”[1]. Murió en libertad, en la libertad que solo se obtiene de la convicción de que se aportó en este duro proceso de liberación del ser humano en el mundo, no solo l@s afros, por supuesto siguiendo y asumiendo la huella de resistencia de nuestros ancestros cimarrones. Chonto también nos recordaba: Etnicidad que no se manifiesta políticamente está jodidamente zombificada[2].

Quienes son más tranquilos y experimentados pueden decir: Para morir hemos nacido o se nos adelantó el compañero Chonto. Igual no dejan, no dejamos tod@s de pensar y sentir que su partida es una gran pérdida para el movimiento social colombiano, para el movimiento social y de pensamiento afro y en especial para la dinámica de ese movimiento en el departamento del Chocó.

Estas sencillas y sentidas palabras desde el Proceso de Comunidades Negras en Colombia-PCN van para toda su familia, para el movimiento social afro y para l@s chocoanos y chocoanas que más directa y permanentemente tuvieron el honor de compartir con nuestro amigo siempre recordado y admirado Abigail “Chonto” Serna. Paz en su tumba.

Con nuestra tradicional afirmación de Vida y Alegría, Esperanza y Libertad…

Equipo de Coordinación Nacional

PROCESO DE COMUNIDADES NEGRAS EN COLOMBIA-PCN

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Por los derechos de todos. Mandato I Asamblea, Tumaco, 1992

Informar y Consultar Siempre. Mandato II  Asamblea, Bogotá, 1993

Somos un sector del Movimiento y somos Diáspora Africana. Mandato III  Asamblea, Puerto Tejada, 1993

Resistir no es Aguantar. Mandato IV Asamblea, Cali, 2007

2013. PCN, 20 años

Afirmando la Vida y la Alegría, la Esperanza y la Libertad…


[1] Tomado de: Rueda Carvajal, Alfonso. El desencantado de la eternidad. Editorial El Camello, 1994.

[2] Tomado del Blog de Chonto: Ensayos Chontianos: http://ensayoschontianos.blogspot.com/2012/10/los-chocoanos-un-viejo-grupo-etnico.html