AMENAZA PARAMILITAR CONTRA EQUIPOS MISIONEROS

EN EL ATRATO / CHOCO

 

 

La Diócesis de Quibdó, denuncia públicamente los siguientes hechos:

El pasado domingo 17 de abril de 2011 a las 5:45 p.m. entró una llamada al teléfono fijo de la Casa Cural de Vigía del Fuerte en la cual un hombre desconocido que reiterativamente se presentó como COMANDANTE DEL BLOQUE URABEÑO, DE LAS AUC, con el nombre de ROBERTO alias GAVILAN, y exigió un aporte de dinero para la compra de 30 celulares.

Ante la respuesta negativa que la Iglesia no colabora con ningún actor armado, el hombre amenazó con capturar, torturar y descuartizar al sacerdote de la parroquia, si no se cumplía la exigencia.

Tal situación no es la primera vez que sucede con nuestros equipos misioneros, anteriormente se presentó un hecho similar en Murindó, dirigiéndose la amenaza directamente contra las religiosas. Estas amenazas son especialmente preocupantes por los antecedentes que han vivido las comunidades del medio Atrato a partir del año 1997, cuando los paramilitares de las ACCU (Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá), masacraban y descuartizaban a incontables campesinos de la región y tiraban sus cuerpos al río Atrato.

En éstos últimos años la presencia de los paramilitares en el Medio Atrato se ha vuelto menos visible, pero es de conocimiento público, que en el mismo casco urbano de Vigía del Fuerte y en algunas comunidades del municipio de Bojayá, hay presencia permanente de paramilitares que andan de civil y no se les ven armas, pero ejercen el mismo poder de intimidación en la población, y se abrogan e imponen funciones de autoridad en la resolución de conflictos personales y comunitarios. La Fuerza Pública se declara impotente ante esta presencia paramilitar, con el argumento de que no disponen de elementos suficientes para detener a estas personas.

La presencia y fuerte influencia de los paramilitares se evidencia con el caso del señor Wilson Chaverra, quien fue alcalde de Vigía del Fuerte, cuando llegaron los paramilitares a esta región, y quien días antes de la masacre del 2 de mayo de 2002 en Bojayá se había presentado armado y uniformado en Vigía del Fuerte como comandante paramilitar. Este señor, abiertamente y en presencia de la fuerza pública, se lanzó nuevamente el año pasado como candidato a la alcaldía de Vigía del Fuerte; levantando con ello temor en grandes sectores de las comunidades de Bojayá y Vigía del Fuerte, porque con él como alcalde se consolidaría nuevamente el paramilitarismo en el Medio Atrato. En estos momentos se desconoce el tipo de retaliaciones contra las comunidades, con ocasión de la captura de dicho señor llevada a cabo a finales de marzo de 2011 en Bogotá, por sus nexos con el narcotráfico.

Llamamos a las comunidades a mantenerse alertas sobre hechos que pongan en riesgo su integridad, exigimos a las autoridades que investiguen estos hechos, adopten las medidas de prevención y protección a las comunidades y sus organizaciones sociales y étnicoterritoriales y se evite cualquier acción que atente contra la vida y los bienes de la población civil.

Quibdó, Lunes Santo, 18 de abril de 2011