Estudiante en proyecto de grado, integrante del colectivo Asante de la Universidad del Pacífico y del movimiento nacional de jóvenes y estudiantes universitarios Afrocolomianos (ENEUA).

«Si somos libres en el corazón, no habrá cadenas hechas por el hombre con fuerza suficiente para sujetarnos. Pero si la mente del oprimido es manipulada, de modo que crea que es inferior, no será capaz de hacer nada para enfrentar a su opresor»

«Bantu Estephen biko, líder de la resistencia afro»

El 21 de mayo de 2009, se cumplió un año más de «abolida» la esclavitud en Colombia mediante una ley la cual fue creada para acabar formalmente con este flagelo. Un importante logro más formal que real, pues todavía persiste en las relaciones sociales, culturales, políticas, y religiosas, el espíritu discriminatorio es decir el racismo continúa.

Cabe recordar, que la economía del país ( Colombia ) y de América latina , fue construida con la muerte en vida de millones de personas esclavizadas que fueron secuestradas de su natal África, constituyéndose en la mayor migración forzosa de la humanidad hasta Colombia . los españoles introdujeron el cristianismo, el trabajo forzado en las minas, el crimen, la violación, las enfermedades desconocidas, y hasta los obligaban a comer sus heces y la hambruna planificada en donde en medio de una mala alimentación, mal vestidos y a punta de azotes y todo tipo de maltratos, sus manos atadas a cadenas, grillos y torturas, fueron obligados a talar las selvas y montañas, los cuales cargaron sobre sus hombros a señores, civiles militares y eclesiásticos, labraron la tierra y levantaron haciendas, extrajeron de lo más profundo de la tierra todas las riquezas, las cuales permitieron el desarrollo económico de Europa. Lo que se anunciaba en aquella época era que, por inhumano que fuese el trafico de esclavos africanos, a estos le esperaba en América mayor suerte que en su propia tierra.

Se puede afirmar, que todo esto posibilito que toda Europa y luego norte América lograran un enorme progreso de su bienestar material a instancias de su participación en el proceso esclavista de seres africanos, es decir vivieran la «edad de oro», ostentando una riqueza que no era suya, lograda con el sometimiento de sus verdaderos propietarios, a los cuales no solo sometieron a los más viles tratos, sino que los utilizaron para extraer y luego robarles su propia riqueza, logrando enriquecerse económicamente gracias a la acumulación de capital.

Al mismo tiempo, el esclavismo significo el sometimiento, la cisura cultural con su continente de origen «África». Puesto que el opresor daño nuestros códigos, implantando sus perversos y absorbentes modelos culturales, lo que ocasiono en gran parte, el desarrollo de la violencia y la pobreza de la población afro.

Hoy en día no se vislumbra ni el más mínimo signo de reparaciones, las cuales exigimos por ser descendientes de estos seres humanos. Por el contrario los hombres y mujeres afrodescendientes hemos heredado todo el sufrimiento, maltrato, discriminación, racismo y el calificativo despótico de minorías con el único fin de discriminar y segregar al pueblo afro, dado que los mestizos que hoy en día gobiernan este país, son los herederos del sistema colonial y continúan con el legado perverso de sus antepasados, explotando al hombre y a la mujer afro. A la luz de este planteamiento, es entendible porqué los afrodescendientes siguen bajo las peores condiciones de vida en todos los estados de las Américas y el Caribe.

Por otro lado aunque la aplicación de la ley ha traído algunos beneficios y el reconocimiento de la comunidad afrocolombiana, es evidente que por intereses creados y la parcialidad oficial, sus verdaderos efectos han sido limitados o distorsionados es decir, después de más de 150 años de abolida la esclavitud han surgido otras cadenas, la población afrodescendiente recibe míseros ingresos, padece la falta de salud y educación, es victima de la violencia y el desplazamiento y esta sometida a la discriminación, lo que se puede evidenciar a simple vista, solo si nos detenemos a observar y a analizar muy detenidamente, la mala educación que estamos recibiendo como también los sueldos que se ganan las personas afrodescendientes en los diferentes puestos de trabajo los cuales pertenecen al capital privado y al estado despótico e inhumano, que por medio de sus instituciones oprime a nuestro pueblo.

No podemos dejar de lado, lo concerniente a los servicios de salud, los cuales cada día están prohibidos para nosotros, porque solo tienen acceso rápido y fácil, como también a una mejor atención y preferencia los que tienen el poder, o todo aquel que gane lo suficiente, para pagar los caros servicios que por este concepto se exigen. Sumado a esto, en la conciencia de los colombianos subsisten todavía muchos estereotipos racistas que contribuyen ha asociar al «negro» con la fealdad, la ignorancia, la suciedad, el mal, entre otros; es urgente hacer un alto en el camino para repensarse es decir ponerse a reflexionar y dejar de seguir siendo «los condenados de la tierra». Por lo anterior, es necesario despojarse de esa construcción diabólica heredada a causa de todos los males que por parte de Europa y norte América estigmatizan al afro. Tal pareciera que nuestra gente no quisiera reconocer o no ha despertado lo suficiente para darse cuenta de todavía en la actualidad los descendientes seguimos siendo violentados.

Hace siglos que Europa y norte América han venido deteniendo el progreso del hombre afro, con la estigmatización, la negación de la educación, la exclusión de las contiendas políticas, cargos de envergadura e invisibilizando su accionar dentro de la sociedad como sujeto político y creador sometiéndolo a sus caprichos; Por lo tanto se debe dar por terminado al yugo o humillación al que este sigue subordinado, no podemos dejar que esa antropofagia o mejor dicho ese salvajismo o barbarie, método perverso que utiliza el opresor, siga su curso destructor devorando, consumiendo y cosificando al afro. Es urgente darle una mirada al pasado, para no continuar reproduciendo esa nefasta experiencia vivida por el negro. Debemos reclamar a los orichas la reencarnación en los jacobinos negros, y luchar cuerpo a cuerpo, hombro a hombro contra el opresor en pro de nuestra independencia, seguro que en el transcurso de esta encontremos entre nosotros a muchos Tousaint L` Ouverture, Dessailines, Frantz Fanon, Mandela y lideres con el espíritu guerrero e invencible del general Benkos Biòho y lograr la libertad mental y física que aun nos es impuesta.

Resulta de gran importancia dar por terminado el juego europeo y norteamericano,es imperioso un diseño un modelo que conduzca a la libertad, hacia la victoria, aunque para muchos el modelo europeo y norteamericano sea el más acogedor u desbordante construido con la riqueza usurpada a nuestros antepasados, este no va a permitir la libertad, ni la igualdad para el afro. La recomendación es no dejarse tentar y desequilibrar por la majestuosidad de estas naciones hay que despertar de ese profundo letargo. Ser tratados como objetos, como cosas no es un juego, el opresor desde un principio lo ha dejado claro, y seguirá cosificando y animalizando al hombre y mujer afro hasta que ya no le seamos útiles para sus fines, entonces procederá a destruirnos.

La transformación del objeto «negro» al sujeto afro se hace necesaria y solo se puede lograr si el primero toma conciencia de la realidad de su situación y haga el ejercicio emancipatorio de esa construcción hecha por el opresor, es decir comience a deconstruir la ideología racista y discriminatoria del esclavizador, se descolonice. Los europeos tomaron nuestras memorias con la esclavitud, por eso es preciso que los afrodescendientes en Colombia y en el resto del mundo pensemos en la unidad, hay que repensarnos; el profesor Molefi kete Asante plantea que «no seremos poderosos si no nos unimos hay que conocer la historia, sin ella no podemos lograrlo, hay que estudiar a los pensadores africanos». Y yo, planteo que no solo a los pensadores africanos, sino tambien a nuestros intelectuales afrodiasporicos, como Olivella, fanon, Daniel Garcés, Carter Goowin Woodson, Molefi Kete Asante, William mina, entre otros.

Esta deconstrucción se hace efectivo cuando se comprenda que la emancipación surge en la medida en que cada uno empiece a comprender que el tirano, siempre tiene en mente la idea de utilizar como mecanismo poderoso de dominación la mente inconsciente del desvalido, y además comprenda que es un ser pensante capaz de hacer o realizar transformaciones sustanciales que lleven a mejorar su calidad de vida y la de los demás seres humanos afrodescendientes, es decir cuando este se asuma como sujeto político, con una mentalidad autónoma para la toma de decisiones y no construida por el discurso depredador del opresor, porque la alineación o la formación mental y el éxtasis o letargo físico constituyen una barrera que no deja avanzar al hombre y a la mujer afro, mientras no se rompa u cruce dicha barrera seguirá asumido por el otro como el objeto negro es decir la cosa u objeto. La descolonización según fanon es, «la sustitución de una especie por otra especie» la creación de hombres nuevos. Dice fanon «la cosa»colonizada se convierte en hombre en el proceso mismo por el cual se libera» (FANON 1961) es decir, es el mismo hombre el que debe tomar o toma la decisión de liberarse del yugo de su opresor, y en este proceso emancipatorio o de descolonización la «cosa» anterior se convierte en hombre o sujeto político. Este ser encuentra de nuevo la autonomía perdida o arrebatada por su opresor.

Cada vez que un hombre afro se libera o se descoloniza constituye un logro importantísimo, porque el opresor tiembla, se revuelca de la ira, no le gusta, se preocupa, no duerme pensando acerca de que cosas tramara el descolonizado, puesto que el opresor sabe a ciencia cierta, que el ser humano a quien sometió, es un hombre pensante, inteligente, inventor, y como «el látigo doma hasta que el animal abre la boca». En su cobardía y sentimiento de culpabilidad el opresor tiembla, temiendo una posible retaliación, por parte del antiguo ser esclavizado. El hombre afro debe sacar de su cabeza la mente perversa del opresor, ya que está es igual a un extranjero que ocupa territorio ajeno es decir, lo que esta dentro no es su propia mente sino la del opresor, debe y tiene que combatirlo, expulsarlo de si mismo, tanto mental como físicamente, de lo contrario este no va abandonarlo fácilmente, el opresor no conoce de benevolencia, ni mucho menos de sentimientos, solamente la rebelión o la coacción, sea mental, o física, lograran equiparar o nivelar las fuerzas, imponiéndose uno de los dos, en este caso el oprimido por las ganas de su liberación, la que le dará el vigor y la valentía suficiente para ganarle a su opresor.

Frente a todas las causas estructurales que oprimen hay que utilizar todas las fuerzas, todo el aliento, utilizar la mente el cerebro de cada hombre y mujer afro y contar con todas esas fuerzas, fortalecerse y apuntar en una misma dirección, pensar la diáspora como imaginación de la Nación, pensar la nacionalidad, pensarnos como una Nación o todo un continente africano. Es tiempo pues de pensar el panafricanismo como una forma de reestructurar el sistema, la tarea que se debe realizar es la de construir un hombre nuevo libre y autónomo como lo eran nuestros ancestros a los cuales Europa construyo a su antojo a fuerza de látigo y discurso. Aunque todavía hoy en día si bien desapareció el látigo aun subsiste un interés por la dominación mediante otros elementos que encadenan, oprimen y esclavizan al afrodescendiente, dicho de otra forma la esclavitud no se abolió, solo se adecuo al nuevo contexto y opera de una forma un tanto invisible para muchos.
Por lo tanto, hay que pensar en Europa como la «bestia» a la que ya no se le teme, la cual ya no atemoriza, no hay que temerle más hay que cortarle la cabeza a la gran bestia, enfrentarla con los planteamientos mencionados anteriormente. Si se quiere que la humanidad tome un rumbo distinto, si se piensa en hacer transformaciones diferentes a las impuestas por los Europeos y Norteamericanos el afro tendrá que inventar, le toca descubrir, capacitarse, ser intelectual critico, un sujeto político, mudar esa piel impuesta, desarrollar un nuevo pensamiento propio crear un hombre nuevo, y conocer la verdadera historia africana, para tener las herramientas suficientes para pelear y reclamar el legado robado del que habla George James.

Es preciso recordar que el mayor legado humanista o Versado de África al mundo es la tradición de resistencia . Por eso los afrodescendientes estamos en la obligación moral de continuar no solo resistiendo, sino también de seguir buscando mecanismos para nuestra liberación mental, física y psicológica, es decir, pasar de la cosa colonizada a un estado mayor, el cual es el hombre como sujeto político, con autonomía para tomar sus propias decisiones Esto es de gran importancia, si queremos que nuestros antepasados que fueron excelentes guerreros, y que mantuvieron constante resistencia frente al ataque en todos los sentidos del opresor, miren con regocijo que su descendencia aun continúa con esta tradición, de resistencia y que cabalga hacia la unidad para obtener la liberación.

El pesimismo presente y la infantilización constante de la persona afro Debe terminar pues tenemos un largo camino por recorrer y un país, un mundo que transformar ya que las nuevas generaciones, nuestros hijos e hijas, esperan que nosotros forjemos un mejor bienestar para ellos, pero solo lo lograremos si caminamos sin miedo. Pero por fortuna también habemos estudiantes que asistimos al comienzo del conocimiento, intelectual, y un pensamiento critico con el fin de aportar a la construcción de una mejor forma de vida para nuestros hermanos y hermanas afros y autónomo, para que nuestro pensamiento no sea manipulado y podamos tomar determinaciones que se ajusten a las necesidades de todas y todos.

Caminamos hacia una vía afropositiva, es decir avanzamos hacia la defensa de nuestra dignidad de una forma positiva, frente a la imagen que se ha venido ofreciendo al mundo de nosotros, dado que esta es un constructo o construcción del sistema hegemónico imperialista occidental, eurocentrico y colombiano, una divulgación cuyo final es inducir al debilitamiento íntegro o moral, para coartar la capacidad del afrodescendiente de autoafirmación y por consiguiente de autogestión.

Nuestra labor como sujetos políticos afros entre tantas es la de llegar a la intelectualidad, y poner toda nuestra capacidad, para pedirles rendición de cuentas al opresor, ya que este tiene con el pueblo afro una de una pendiente de hace muchos siglos; Nuestros antepasados, dejaron en nuestras manos un poder firmado con su sangre, para que hiciésemos efectivo dicha deuda con el opresor, sin embargo todavía en estos tiempos, este sigue comportándose como un ser perverso con toda la población afro. (Fanon. 1961).

La resistencia africana a la esclavización y el resultado, a través de gestas como la de los revolucionarios Haitianos, de la abolición de la Esclavitud, la mayor mancha de la Historia de la Humanidad. La resistencia a la Invasión de África y su culminación en los movimientos de liberación nacional, que desembocan en la condenación contemporánea, formal del imperialismo, La resistencia al racismo a través de los movimientos de derechos civiles, en América, Europa, África y Asia que posibilitan la universalización de la ciudadanía. Se constituyen en ejemplos claros para saber que si podemos pasar del objeto negro al sujeto afro.

Finalmente, el hombre y la mujer afrodescendiente no debe olvidar que el lugar que llego a ocupar Benkos Biohó, al interior de una sociedad con un fuerte sentimiento de desprecio hacia el negro en donde existían unos grados jerárquicos que también lo cosificaban, minimizaban e invisivilizaban fue producto de una constante lucha por la libertad. De igual forma debemos de alimentar nuestro espíritu y mentes con el recuerdo de hombres que como el ya mencionado Benkos Biohó, Estephen Biko, Malcom X, Huy P. Newton (Mumia), Toussaint L´ Ouverture, Lutter Kin entre otros que murieron otros aun están vivos, pero que ofrendaron sus vidas como el mismo Jesucristo para iluminarnos el camino hacia la libertad. Puedo afirmar que estos hombres y mujeres pasaron del objeto negro al sujeto afro, porque se dieron cuenta de que eran actores o sujetos políticos con mentalidades criticas autónomas e independientes, capases de hacer transformaciones.

La propuesta es tomar la responsabilidad como sujetos o intelectuales afros, de desenajenar lo planteado en la historia como también en la sociedad africana, europea, americana y norteamericana de los prejuicios sementados o sembrados en las mentes y en la forma de actuar de nuestros hermanos, Es una tarea nada fácil, pero no podemos desistir tenemos que perseverar en pro de la deconstrucción de tales mentiras discursivas y hegemónicas.

El colectivo «Asante» conformado por estudiantes de la universidad del pacifico, y el movimiento nacional de jóvenes y estudiantes universitarios afrocolombianos (ENEUA) se constituye hoy en día, en el puente que de paso a las transformaciones que conlleven a la evolución del objeto «negro» al sujeto afrodescendiente por eso debemos caminar con paso firme hacia la victoria debemos tomarnos las instituciones para hacer desde allí las transformaciones que sean necesarias para la conveniencia del pueblo afro. Por eso debemos preocuparnos por la liberación política, y sobre todo lograr un cambio psicológico en la comunidad afro. Pero para conseguir el poder, primero nosotros tenemos que creer en la magnitud o en la dimensión, de lo que propiamente significa ser negro, es decir, asumir el «orgullo negro». De esta manera podremos obtener Liberación psicológica y liberación física.

Debemos de buscar el poder como los jacobinos negros lo hicieron en Haití, en donde demostraron su capacidad política y como unos verdaderos estrategas militares derrotaron a sus adversarios, dejando a todo un ejercito, el cual se creía invencible sumido en la más espantosa vergüenza, impotencia e incredulidad. Por lo tanto es preciso Llegar a las instituciones, ocupar cargos de relevancia o envergadura, como hicieron: Leopold Sedar Sengor ( Senegal ) y Nelson Mándela (Sudáfrica) para bienestar de los nuestros.

 

Por: Samuel Vanegas LemusBIBLIOGRAFIA

FANON, Frantz. Los condenados de la tierra, Colección Cultural Fondo de Cultura de México. 1961 Pág. 30, 31, 88, 92.

VAN DIJK, Teun A. Racismo y Discurso en América Latina, Editorial Gedisa, S.A. Barcelona España. 2007, Pág. 21- 34

JAMES C. L. R. Los Jacobinos Negros, Fondo de Cultura Económica. México, D.F. 2003 Pág. 21, 23, 28.