Puerto Príncipe, sacudida el martes último por un fuerte terremoto, todavía hoy parece haber sufrido un bombardeo aéreo, a juzgar por los significativos destrozos en sus desoladas calles.

El Palacio Presidencial y varios ministerios, entidades estatales y residencias yacen en ruinas. Asombrosamente, a menos de 100 metros de esas instalaciones, se mantuvieron intactas las conocidas como el Anexo, sede de la Dirección Central y residencias de los colaboradores cubanos, las cuales se convirtieron en sitios para brindar los primeros auxilios.

Centenares de personas con diversas lesiones y niveles de gravedad fueron atendidos por especialistas cubanos y haitianos -buena parte formados en la Isla mayor- y colaboradores presentes en el momento del sismo de siete grados en la escala Richter, a quiene.

De inmediato se movilizaron otros galenos, enfermeros, técnicos y trabajadores cubanos de la salud que laboran en Haití, quienes reforzaron el trabajo de atención a los lesionados.

Desde Cuba, llegaron este miércoles integrantes de la Brigada Henry Reeve, y cooperantes de la salud que disfrutaban de sus vacaciones en la Isla y sin demora comenzaron su labor en el referido sitio del Anexo, al igual que en otras dos instalaciones habilitadas como hospitales en zonas aledañas a la destruida Catedral y en el centro de esta ciudad.

Es difícil aún cuantificar la magnitud del desastre sufrido por el pueblo haitiano, pero no pocos pobladores afirman que este sismo se inscribe como el segundo más grande sufrido por el país en más de un siglo.

La ayuda internacional, entre las que se cuentan las materializadas por Cuba, Venezuela, China y otras naciones, comenzó a arribar al aeropuerto internacional de Haití en condiciones de extrema tensión, ante la ausencia de personal encargado de las torres y guías para el aterrizaje y despegue de las naves aéreas.

Los aviones llegados a Puerto Príncipe han tenido que coordinar sus operaciones entre ellos mismos, por fonía, en lo conocido técnicamente como Patrón de entrada, con la coordinación de los pilotos sobre los movimientos aéreos que realizan.

Cercano al anochecer de este miércoles, cinco aeronaves coincidieron sobre el cielo de la capital haitiana para descender con la ayuda humanitaria, pero sin que hasta el momento se originaran accidentes.

La triste realidad actual de la capital haitiana la profundizan las miles de personas paradas, sentadas y hasta acostadas, que por segundo día y noche permanecen en las aceras, calles y avenidas, con sabanas y otros materiales a modo de tiendas de campaña, sin electricidad, escasos de agua potable y realizando aisladas fogatas callejeras en la preparación de alimentos de manera prioritaria para niños y ancianos.

Las primeras brigadas de salvamento de varios países latinoamericanos, europeos y asiáticos comienzan su labor entre las lomas de escombros que se mantienen por numerosos lugares de esta capital.

Sin embargo, son cada vez menores las esperanzas de encontrar con vida a los sepultados entre montones de tierra, bloques y maderas que se mantienen por toda la ciudad.

Los cadáveres insepultos permanecen por centenares en aceras y calles, donde apenas manos piadosas los cubren con sabanas, mantas, papeles y otros objetos.

Varios tap-tap, camiones y otros vehículos se dedican a una recogida de los cuerpos, insuficiente para la cantidad que yace en las vías públicas y demás lugares.

Junto a la atención medica, prioridad actual, ya se impone en el escenario haitiano una más ágil operación de escombreo y limpieza de lugares, con la evacuación de cadáveres.

CUBA AUTORIZA VUELOS DE ESTADOS UNIDOS SOBRE SU TERRITORIO PARA AYUDA A HAITI

Cuba autorizó al Ejército estadounidense use su respacio aéreo para vuelos que transporten a víctimas haitianas y ayuda a su pueblo, en nuevo gesto humanitario de la Isla.

La decisión reducirá en 90 minutos el tiempo de vuelo hacia Miami, en viajes que normalmente se realizan rodeando a Cuba, según dijeron autoridades estadounidenses.

El portavoz de la Casa Blanca Tommy Vietor dijo que se había alcanzado un acuerdo para permitir los vuelos desde la base naval estadounidense en la Bahía de Guantánamo, en Cuba, pasando sobre la isla en el trayecto a Florida.

Trabajadores de asistencia comentaron que estaba llegando algo de ayuda a las personas, pero de forma caótica, y dijeron que se necesita más coordinación de forma urgente.

“Alguna ayuda está llegando, pero no a muchas personas”, dijo Margaret Aguirre, alta funcionaria del Cuerpo Médico Internacional.

Pero mientras aumenta el riesgo de inanición e infecciones en las destrozadas calles llenas de escombros, basura y cuerpos en descomposición, la mayoría de los haitianos asegura que aún no recibe nada.

(Con información de AIN y Reuters)