A LOS COLOMBIANOS Y COLOMBIANAS Y A LA OPINION PUBLICA MUNDIAL
Nosotros los abajo firmantes representantes y miembros de los Consejos Comunitarios:

Unión del Río Chagui, el Recuerdo de nuestros Ancestro del Río Mejicano y Unión del Río Rosario, Afrocolombianos ubicados en la Costa Pacífica del Departamento de Nariño, Suroccidente de Colombia, reconocidos como entidades étnico-territoriales por la Constitución Nacional y la Leyes 70 de 1993, 21 de 1991 y el decreto 1745 de 1995. Nos dirigimos a las Instituciones del Estado Colombiano, a las otras organizaciones Hermanas de Afrocolombianos, Organizaciones Indígenas, a las autoridades nacionales e internacionales y Organizaciones Ambientalistas, Gremios de la producción, Organizaciones de Campesinos, Estudiantes y Sindicatos, Organizaciones No gubernamentales Nacionales e Internacionales, Delegaciones de diversos Países con asiento en Colombia, Organizaciones de Derechos Humanos nacionales e internacionales, agencias de cooperación, al Pueblo de los Estados Unidos de América, Al sistema de Naciones Unidas, la Unión Europea, y a la opinión Publica en General , para expresar y proponer lo siguiente:

Nuestras poblaciones por mas de 15 años están soportando todo el peso de los efectos y consecuencias, de los cultivos de uso ilícitos en los territorios colectivos, esto es: perdida de valores, de cultura, de nuestra base productiva tradicional, deterioro ambiental, debilitamiento de los procesos organizativos e incremento de la violencia por la intromisión de fuerzas armadas (Paramilitares, Guerrilla, Narcotraficantes, Delincuencia común y Fuerza Pública), que han convertido a un territorio pacifico, en territorio de Guerra. Tumaco registra en los últimos seis meses uno de los más altos índices de asesinatos del país. Más muertos que en la guerra de judíos contra palestino en Gaza, y la guerra de Afganistán, durante el mismo periodo.

Los Consejos Comunitarios conciente de la problemática desde el 2002 a través de la definición de nuestros Planes de Vida, hemos, establecidos proceso autónomos, para promover, la erradicación voluntaria de los cultivos ilícito, teniendo en cuenta que la fumigación área indiscriminada afecta (cultivos lícitos, ilícitos, fauna, bosque y fuentes de agua), ayudando a profundizar la crisis de las comunidades y finalmente solo logra aumentar los cultivos de uso ilícitos.

Consideramos que la crisis de injusticia e inequidad durante más de un siglo, condujo a nuestros pueblos a la pobreza creciente y a la presencia de los cultivos ilícitos en nuestros territorios, lo que nos ha llevado a afrontar un problema social y económico que reclama atención. Por eso Pensamos que la única razón de ser de la siembra, transformación y comercialización de ilícitos no es la de «ser fuente de financiación del terrorismo» sino que detrás de este proceso existe un problema social y económico de fondo, que requiere otro tipo de manejos distintos al uso de la fuerza, al de la intromisión del poder por encima de la ley, al del uso de los herbicidas con fumigación aérea.

Los tres Consejos Comunitarios, concertamos con la cooperación internacional USAID a través de ARD Colombia, Acción Social de la presidencia de la República y La organización de las Naciones Unidas contra la droga y el delito UNODC, un proyecto de desarrollo alternativo en donde todos ponemos tanto las comunidades como la Cooperación internacional y el Gobierno Nacional.
Para que este proyecto fuera viable se tuvieron que conformar Núcleos productivos, es decir zonas libres de ilícitos verificado por UNODC, que agrupan a los agricultores comprometidos, con esta estrategia.

Después de dos años de concertación y trabajo con nuestras comunidades hemos logrado, poner 5.550 hectáreas bajo núcleos productivos agroforestales libres de ilícitos. 16.333 has bajo manejo forestal. Para lograr este propósito se tuvieron que erradicar voluntariamente 500 hectáreas de coca. Un resultado que es más positivo, más efectivo y menos nocivos que los 7 años de fumigación aérea con glifosato por parte del Gobierno Nacional en nuestros territorios.

Esta apuesta de nuestras Comunidades ha llevado a las Autoridades Propias en cabeza de las Juntas de Gobierno a un reconocimiento y a un fortalecimiento organizativo a través del proceso productivo de la implementación y puesta en marcha del desarrollo alternativo, de esta forma se ha logrado el mejoramiento y establecimiento de 1200 has de cacao, 750 has de rehabilitación de cocotero, implementación de dos sistemas de aprovechamiento forestal de planes de manejo.

Este proceso llevaba un avance del 70% involucrando a 700 familias de Consejos Comunitarios, esto implica un avance de reconvención de una economía que se había vuelto ilícita a una economía lícita.
A pesar de el esfuerzo y los avances logrados:

• No entendemos porque el gobierno, que ha venido apoyando estas iniciativas, toma la decisión de fumigar estos núcleos, cuando los núcleos están verificados por Naciones Unidas y existe un acuerdo entre el UNODC y el Gobierno Nacional, para que esta entidad, se encargue de verificar la presencia de cultivos ilícitos en Colombia.

•Por qué No existe una política que permita la real articulación entre las distintas entidades y agencias que trabajan contra los cultivos ilícitos, en este caso, Policía Antinarcóticos, Acción Social de la Presidencia de la Republica y UNODC.
•Tampoco se entiende porque la cooperación internacional, permite que con los mismos recursos que se apoya el desarrollo alternativo, permite la fumigación de áreas reconocidas como cero ilícitos y que se encuentran trabajando en programas productivos lícitos.

Mientras que nosotros como Consejos Comunitarios no tengamos la claridad, la seguridad y la garantía que los núcleos que se han establecido con tanto esfuerzo, no sean fumigados, hemos decidió suspender las actividades del proyecto ADAM – Montebravo. Le exigimos a Acción Social, UNODC y a la policía Antinarcóticos que articulen sus acciones, para eliminar toda posibilidad que los núcleos sean fumigados, porque están poniendo en riesgo y matando la naturaleza, así como están poniendo en riesgo la vida de los lideres, acabando con los procesos organizativos de estos territorios colectivos y matando la esperanza de los pueblos afrocolombianos.

Nos vemos obligados a clamar la solidaridad de los convocados para lograr cambiar estas políticas y acciones que están violando nuestros derechos, atentando contra nuestras formas de Gobierno y organización, menguando la productividad y afectando nuestra permanencia en el territorio, así como violentando la biodiversidad del Pacifico Colombiano.
Consejo Comunitario Unión del Río Chagui,
Consejo Comunitario el Recuerdo de nuestros Ancestro del Río Mejicano
Consejo Comunitario Unión del Río Rosario