Hoy 13 de abril de 2009, aproximadamente a la 1:00 p.m., resultaron muertas dos personas y heridas otras dos, todas integrantes de una misma familia,

 al detonar un artefacto explosivo en momentos en que transitaban por la vía que del casco urbano de Saravena conduce a la vereda Buenos Aires, en inmediaciones del Barrio Cofavi. Los fallecidos respondían a los nombres de JOSÉ ASUNCIÓN PÉREZ PACHECO y su hijo CRISTIAN EDUARDO PÉREZ VALENCIA, de ocho años edad, y los heridos su esposa MARIA LUCRECIA VALENCIAVILLAMIZAR, quien perdió una de sus extremidades inferiores y presenta heridas en otras partes de su cuerpo, y su hijo BRAYAN ANDRES PÉREZ VALENCIA, de 6 años de edad, quien recibió heridas producto de las esquirlas.    
Ayer en horas de la tarde, aproximadamente a las 6:00, fueron asesinados los hermanos RAMÓN y BLAS RINCÓN CAMARGO, de 20 y 27 años de edad respectivamente, en la vereda Alto Cauca del municipio de Tame, ambos afiliados a la Junta de Acción Comunal y residentes de la vereda Cravo Charo. Esta familia ya había recibido el 7 de febrero del presente año, el homicidio de su hermana EMA RINCÓN CAMARGO, de 17 años de edad, también en la misma vereda. Este mismo día en la localidad de Puerto Lleras municipio de Saravena, desconocidos dieron muerte a JOHN JAIRO MONTERREY de 18 años y MARCOS MERCHÁN HERNÁNDEZ de 40 años. 
El jueves 9 de abril, en la inspección de La Esmeralda del municipio de Arauquita, fue ultimado el señor ALFONSO GUERRERO DÍAZ, de 37 años de edad.
El 7 de abril, fue asesinado en la vereda Botalón del municipio de Tame, el joven EDWIN TORRES RUBIO, de 18 años de edad.
El 6 de abril, en el sector de Puerto Lleras del municipio de Saravena, fue asesinado el agricultor de 33 años de edad, EDILBERTO SALCEDO ROJAS.
Estas nuevas muertes hacen que la crisis humanitaria que de tiempo atrás viene sufriendo el departamento de Arauca, en vez de mejorar sigue elevando los niveles de crueldad y sufrimiento del pueblo.
Nueve muertos en una semana, es una cifra alarmante que evidencia el estado de vulnerabilidad en el que se encuentran las comunidades, a pesar de la supuestas “bondades” de la “seguridad democrática”, y que también ejemplifica la crueldad de la guerra que desangra a este país desde hace varias décadas.
El uso de armas de destrucción indiscriminada, se encuentra proscrito por el Derecho Internacional Humanitario, por lo cual la utilización de este tipo de artefactos ha sido repudiando por la comunidad internacional y las organizaciones sociales y defensoras de los Derechos Humanos, sin embargo los actores del conflicto siguen recurriendo a ellas.
Exigimos a los organismos de justicia del Estado adelantar sin dilación las investigaciones por todos estos hechos, a fin de establecer los actores y móviles de estos. 
Exhortamos a la comunidad internacional y nacional, a las Comisiones de Audiencias y Derechos Humanos del Senado y la Cámara, al cuerpo diplomático acreditado en nuestro país, a continuar con el permanente monitoreo y seguimiento a la crisis social y humanitaria a la que nos  han sometido.
A los actores del conflicto armado, por enésima vez les reclamamos avanzar en una solución política que consulte la superación de las causas estructurales que son su génesis.     
NUESTRA ACCIÓN ES LEGAL Y LEGÍTIMA
POR LA DEFENSA DE LA VIDA, LOS DERECHOS HUMANOS Y LA 
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