Sobre el tema de la pérdida de espacios de representación de los negros en las instancias de mayor calidad decisoria, el profesor Rudesindo Castro, de la Organización de Comunidades Negras, Orcone, apela a ejemplos que acusan a este gobierno de querer ocultar,

tras realidades políticas de fachada, la llaga vergonzosa de la discriminación, el «racismo de estado» y la exclusión que ello conlleva.No gratuitamente, dice en este diálogo, las regiones y territorios ocupados por la etnia Afro son las más desfavorecidas de la inversión en el desarrollo. Hace poco, muy poco, la falta de inversión en infraestructura de vías y transporte terrestre, para ‘desembotellar’ al Chocó, región occidental más cercana que otras de los principales ejes viales del país, ocasionó el desborde de un bus intermunicipal con la muerte de mas de dos decenas de pasajeros oriundos de los territorios afro. El suceso despertó nuevamente el espíritu cívico de la población y ocasionó protestas en Quibdó y en pueblos aledaños contra la administración central reclamándole viejas deudas con el progreso de la región.

El estado lamentable de vías, de servicios públicos y de infraestructura de progreso, tan vitales para regiones estratégicas en el país pacífico, reveló nuevamente que el atraso y aislamiento no es consecuencia de una cultura de la marginación voluntaria, como dicen, o de la autoexclusión, sino que se debe a factores estructurales que lo producen y a una voluntad de estado que actúa direccionando políticas para favorecer ciertas prerrogativas y excluir de ellas a regiones y poblaciones enteras.

Se requiere un nuevo espacio de interlocución con la administración distrital y de esta con las comunidades afirma Rudesindo Castro, líder de la organización de Comunidades Negras, «Orcone». La propuesta debería de considerar la creación de una Dirección, adscrita a la Secretaría de Gobierno Distrital, encargada de asuntos étnicos de los afrodescendientes. De otro lado, el líder afirma que se han perdido espacios en donde los afrocolombianos se sentían representados, como el espacio en el CONPES, en donde se fija la política social y los derroteros de política presupuestal para las regiones más afectadas y con mayor deuda social por saldar.

Una de las organizaciones que participó de la confección del documento propuesta de «Políticas públicas con enfoque diferencial para la población afrocolombiana desplazada» conjuntamente con Afrodes y PCN y bajo la anuencia de la ACNUR, a partir de 2006, es la Organización de Comunidades Negras, ORCONE, con una trayectoria que se remonta 15 años atrás.

El énfasis de esta organización, como en su momento lo comentamos, se orientó desde sus inicios al desarrollo de la etnoeducación. No gratuitamente, en su hito fundacional aparece el liderazgo de un grupo de docentes «afro», comprometidos algunos con el impulso de la ley 70 nacida del proceso constituyente de 1991.

Precisamente un grupo de los líderes de Orcone vienen de dicho proceso y lo reivindican como un logro de un conjunto de organizaciones pioneras de la reivindicación de derechos de las comunidades negras, especialmente de la región pacífica: junto con ellos actuaron en su momento asociaciones como ACIA, OBAPO y la Asociación Campesina del Alto Baudó.

Conversamos con Rudesindo Castro, líder proveniente de aquella época, fue uno de los impulsores en calidad de comisionado ponente de las organizaciones ante la instancia consultiva que parió el articulado de la ley 70.

Su opinión sobre el balance de las políticas públicas, adelantadas en espacios de concertación con las comunidades desplazadas y con las organizaciones de base afro, presentes en el distrito capital, constata la existencia de claroscuros en el proceso de consolidación de los acuerdos logrados, en el marco normativo de dichas políticas.

Sin embargo se trata de acciones y organismos que, en concepto de muchos de los líderes consultados, no representan la materialización de una decidida voluntad política respecto de una estrategia coordinada entre el alto gobierno de la Capital y los entes que administran y ejecutan las decisiones de política pública.

Se requiere entonces, de acuerdo a lo anterior y a las opiniones de algunos de los líderes del «mundo afro», una Dirección encargada de los asuntos étnicos afrodescendientes en el marco de la Secretaría de Gobierno distrital, propuesta en la que actualmente trabajan algunos sectores, entre ellos está ORCONE y sus consultivos.

Actualidad étnica conversó sobre distintos ejes de valoración de esta situación con el profesor Castro. Encontramos de paso una interesante trayectoria qué rescatar desde el liderazgo y la historia de la organización. Pero también un descarnado análisis, con algo de perspectiva histórica, sobre la tan disimulada conducta racista de las élites gobernantes, desde el mismo nacimiento de la república:

ACTUALIDAD ÉTNICA: Usted dice que se han perdido, quince años después de la ley 70, muchos espacios ganados que se le deben a la implementación de dicha ley.

RUDECINDO CASTRO, líder ORCONE: Si. Uno de los espacios perdidos fue el que se ganó en el asiento de las comunidades negras en el Consejo Económico y Social. El director de la Oficina de asuntos «Afro» del Ministerio del interior y de Justicia tenía asiento directo en el CONPES. Es un espacio importante porque en el CONPES se discuten y direccionan los recursos para el desarrollo de este país. Allí se hacen los CONPES con fuerza de ley. Se perdió el espacio.
A.E.: ¿ Con qué argumentación se quitó este espacio para los negros ?:
R.C.: «Totalmente autoritaria «.
A.E: ¿No hay un sustento de tipo institucional … ?
R.C: Nosotros lo que sabemos es que están muy incómodos con un negro ahí. Hay una anécdota: cuando Pastor Murillo fue por primera vez, como director de etnias, se presentó por primera vez allá y una asesora de Palacio de Nariño dice: «esto cada vez se parece más a Ciudad Bolivar»…el no respondió. Yo le hubiese respondido y la hubiera demandado penalmente; me hubiera salido de la reunión delante del presidente; no me hubiera vuelto a entrar hasta que ella no rectificara eso que dijo. Pero bueno, cada quien tiene su forma de actuar.
Nosotros teníamos espacios en las universidades de la región, también se perdieron: en los consejos superiores de las universidades, como grupo étnico: en la del Pacífico y en la del Chocó.
A.E. ¿Esos espacios estaban formalizados dentro de alguna ley…?
R.C.: Se perdieron, porque van reglamentando y van sacando una nueva reglamentación y nuestros representantes de los diferentes espacios tampoco pelearon eso, especialmente los congresistas.
A.E.: ¿Qué es lo que hay en el fondo?. Una reforma quizá…..
R.C: Aquí hay un estado racista que cree que no tenemos espacios aquí. Usted sabe que antes de la constitución del 91 nosotros éramos negros, es decir, objetos. No éramos sujetos de derechos.
Antes de la ley 70 del 93 las tierras del pacífico eran tierras baldías y propiedad del estado. No teníamos derecho al territorio, ni a nada. Se sustrajeron las tierras del Urabá y no indemnizaron a nadie. Al llegar la ley 70 se pone fin a esa situación ignominiosa de expropiar tierras por parte de personajes ajenos que las arrebataban.
Primero nos reconoce como grupo étnico y segundo las tierras. Actualmente ha habido un retroceso porque no se ha podido avanzar en la titulación. Es el caso de Curvaradó en el Darién y es el caso de Bahía Málaga en el Pacifico. Allá el conflicto es con la Gobernación del Valle que las reclama como suyas.

A.E. ¿Es el racismo la única motivación para estos comportamientos?…

R.C: Un estado racista es eso. Es decir, que en todas las expresiones del desarrollo económico y social, que hay en el país, esas comunidades no son tenidas en cuenta. Es que el racismo es eso.
Es que la discriminación racial no es que Usted me diga a mí: ! mire¡ … negro tenía que ser, o, negros yo no quiero aquí. No. Eso es un prejuicio racial.
Entonces la discriminación racial se refleja en las condiciones materiales, espirituales y culturales que deben tener y no tienen. El estado es el facultado para dotar a una comunidad, a una población, para el desarrollo. Allí es donde se manifiesta la discriminación.
Pero a partir de eso, de negarle todas las posibilidades a esta población, surgen los conceptos para utilizarlo y decir, ¡mire! , es que son inferiores, es que son incapaces:
Mientras el territorio esté en manos de nosotros no hay carreteras, no hay educación, no hay agua potable, no hay energía. Pero apenas pasa al sector de otros, ya sea andino o paisa, el estado pone toda su infraestructura para que eso se desarrolle.
Esas son las decisiones que nos afectan. Porque yo no puedo construir carreteras, yo no puedo hacer un aeropuerto, yo no puedo llegar a decir: «voy a poner la energía eléctrica». Eso lo hace el estado.
Del territorio nos sacan, ya sea con una ley, ya sea con o a través del conflicto.
Eso genera una serie de prejuicios, como que: «son inferiores». Que no sirven para gobernar, que son desorganizados, tomadores de trago, rumberos.

A.E.: La voluntad de quienes manejan el estado es claramente excluyente y segregadora, es cierto. Pero la tesis del estado racista tendría que estar acompañada con desarrollos en lo institucional en el mismo sentido. ¿La institucionalidad colombiana está reflejando ese estado racista?

R.C: La constitución colombiana, que se precia de ser muy avanzada en América Latina, es una constitución que fue asimétrica con respecto al derecho de los Afro. Por ejemplo:
En la constitución los territorios indígenas son equiparados a entidades territoriales, con autonomía propia, con transferencia de recursos, allá, para su desarrollo económico y social, con su propia legislación indígena. Eso quedó en la constitución….
Otro grupo reconocido en la constitución son los raizales de San Andrés.
Pero nosotros no quedamos reconocidos en la constitución. Fue una ley: dentro de dos años se expide una ley o un artículo transitorio para que se expidiera una ley. Y una ley es de segundo nivel, o tercer nivel.
Pero en esa ley no somos entidades territoriales. Los territorios de las comunidades negras no son entidades territoriales. Ahí hay una asimetría de los derechos…
Otro ejemplo: nosotros tenemos circunscripción especial para Cámara, no para Senado. Ahí hay una asimetría con respecto de los indígenas y otros, para mostrarle uno o dos casos nada más.

A.E. ¿Las luchas de los negros en Colombia, a diferencia de otros sectores, no ha tenido la suficiente fuerza, ni la contundencia necesaria, para romper esa asimetría y cambiar la correlación desfavorable en lo político-institucional …?

R.C: Yo tengo otra concepción de eso. Miremos la historia: ¿quiénes son los primeros en luchar por una causa justa en América Latina ?: Los negros.

Cuando la guerra de independencia, los negros son claves en la guerra de la independencia. Pero a partir de que triunfa la revolución, los indígenas empezaron a tener, y aún, desde la colonia venían pidiendo leyes proteccionistas. Los negros no.

En la república, en el congreso de Cúcuta, por eso se revelaron Páez, y otros como Padilla. Se revelan los mulatos y afros, y dicen, bueno, ustedes tienen compromisos con nosotros. No hubo derechos para los afros y todos fueron fusilados y degradados: generales degradados, porque decían, ¿entonces seguimos en guerra o qué?… y no quedó un derecho. Usted sabe que los derechos en esa época se dan por la participación militar que usted haya tenido en la independencia.

Desde ahí la situación se muestra muy dura. Mire que hasta 1991 se nos viene a reconocer como grupo étnico. Son 150 años legislando a favor de unos y nada a favor de otras etnias. No es fácil, porque los cimarrones fueron duros y fueron los precursores de la independencia. Entonces, cómo se puede decir que no tenemos tradición de lucha.

En esa época: ¿cuál fue la excusa que dijeron para no darle derechos de reconocimiento a los afros?, cuando habían participado con generales, con tenientes, con coroneles, con ejércitos enteros liberando al país.¿Cuál fue la excusa? ¿Qué no había movimiento negro?. ¿Qué los negros no habían apoyado?.

Es que, cuando hay invisibilidad del movimiento social se dice que no hemos participado en la construcción de este país y por eso no tenemos derecho. Y ahí hay un problema.

A.E.: Pero, ¿cómo se llega a la aparición de un sujeto político ?. Cómo se incide dentro de la constituyente del 91, es lo que me preocupa: En la constituyente el factor de unidad no favorecía al movimiento negro. No se tenía una representación en la misma. El movimiento de comunidades negras ha estado desunido y disperso orgánicamente…

R.C: Si, pero esa no es la causa tampoco.

A.E.: ¿Qué es lo que incide entonces?..

R.C: Ese reconocimiento no es gratis. El movimiento afro se movió, en el pacífico. Y fue un movimiento fuerte, desde la zona rural. Eso hace que inclusive la ley setenta sea bastante rural. Lo que pasa es que no podemos comparar este movimiento con el movimiento de derechos civiles en EE.UU.. ¿Sabe, por ejemplo, aquí, cuántos son los negros que nos han matado?

A.E. Entiendo que son alrededor de 5 mil en la última década.

R.C: ¿Sabe lo que significa eso para un movimiento?. Nos están es acabando.
El estado no nos ha regalado nada a nosotros. Se está planteando como si la ley 70 y los territorios fueran regalos del estado, y no, son expresiones de un movimiento social que se cohesionó alrededor de un territorio y luchó esa propuesta y ocurrieron movilizaciones, tomas, marchas. Hubo diez mil telegramas a puño y letra de cada persona en esa época, desde los rincones. Ese es un movimiento opuesto, que no por no parecerse al movimiento indígena, o sindical, deja entonces de ser movimiento. No, nosotros culturalmente somos otra cosa y nos movemos en otra dimensión. Si, tenemos un movimiento disperso, obvio. Nosotros no tenemos un movimiento social todavía, pues cada que lo armamos hay una coyuntura y nos lo desbarata.
El grado de dispersión es porque aún no hay un fuerte movimiento social.

A.E: ¿Y por qué no hay un movimiento social?

R.C: Cuando se hizo este proceso, hay dos cosas. Uno: a usted nunca le dicen que lo discriminan, usted es aceptado aquí. Y la gente a veces no entiende el problema de la discriminación, entonces se deja llevar. En Estados Unidos le dicen: ¡a usted no lo aceptamos aquí !…! Usted aquí y yo acá ¡, y queda claro que así es. Aquí, con el cuento de que no hay, nos tienen enredados a todos, y, claro, nuestro movimiento ha sido muy penetrado por el establecimiento, por la derecha, y nos desbaratan. Apenas surgen los afros los capta el sistema y los pone en contra de nosotros y esa ha sido una lucha dura.

A.E. Ejemplos de esa cooptación cuáles serían.

R.C: Nosotros hemos venido tratando de articular un movimiento social afro. Inmediatamente el gobierno sale con un movimiento afro también, desde la presidencia de la república, para confrontar esto a nivel nacional porque ya el movimiento está ganando a nivel internacional. Entonces le pone otro y empieza a llevarlos a nivel nacional diciendo que aquí no hay discriminación. Todo lo contrario a lo que dicen los otros. Mientras este grupo que no tiene muchos recursos y no tiene mucha capacidad, viaja una vez, ellos viajan cinco. Les ayudan con donaciones, gestionando y dándoles los proyectos.
Si yo llevo un proyecto, como el que tenemos en el Baudó con Acaba proyecto de seguridad ciudadana alimentaria, el cual está avalado por Ecofondo y por la embajada norteamericana, y cuando lo llevo se pide una contrapartida de la presidencia, la respuesta es no: ese no es. Entonces, se han conformado sus propias organizaciones, que se reúnen en Palacio.