Por: Yeison Arcadio Meneses Copete
Doctor en Estudios Ibéricos y LatinoamericanosEl “Gobierno del Cambio”, representado por el presidente Gustavo Francisco Petro Urrego y la vicepresidenta Francia Elena Márquez Mina, propone un renovado marco de relaciones con países diversos del continente africano. Durante la campaña presidencial, los actuales presidente y vicepresidenta, plantearon al país la necesidad de fortalecer y establecer relaciones mucho más cercanas con estos países. El afianzar estas relaciones requeriría una deconstrucción profunda del imaginario nacional colonial sobre el continente “génesis de la civilización humana”. Este giro podría entenderse como un marco reparativo diplomático o simplemente justicia diplomática. En este sentido, esto puede significar que Colombia reconoce y busca la reparación de los vínculos centenarios con el continente mediados, lamentablemente, por el holocausto africano en la era de la Esclavitud y la Colonia, base económica central de las sociedades modernas. Además, esto comprendería pensar en un nuevo lugar para Colombia en las dinámicas políticas, económicas, culturales, tecnológicas, ambientales y sociales globales en las que, sin dudas, el continente africano, América Latina y el Caribe, o el Sur Global, jugaran un rol fundamental. Igualmente, también sería un momento ideal para la cooperación y colaboración para implementar programas y acciones multilaterales, pluridimensionales y multisectoriales para enfrentar los retos del siglo XXI: el cambio climático, la paz global, la resiliencia económica, las disfuncionalidades que generan las migraciones, la lucha contra el hambre, las desigualdades, la pobreza multidimensional, el acceso a servicios básicos, los derechos humanos, entre otros.
Según lo planteado en el Plan Nacional de Desarrollo, “Colombia Potencia Mundial para la Vida”, 2022-2026, “se abrirán nuevas embajadas en los países de África y el Caribe”. Como parte de la profundización de las relaciones, el gobierno introduce nuevos elementos en el contexto de las relaciones diplomáticas y las relaciones internacionales como: la justicia étnico-racial, justicia transicional, la agenda de paz, la igualdad y la equidad, justicia climática, conocimiento y reconocimiento de la historia y de las culturas, y de reparación histórica, deudas históricas del país con la colombianidad y, particularmente, con los pueblos y comunidades afro en su diversidad. También, “en los ámbitos multilateral y bilateral, Colombia buscará construir una política exterior de justicia racial que reconoce el papel y la importancia de los pueblos étnicos, que defiende la agenda de reparación histórica, que reconecte las diásporas y las relaciones con los países del Caribe y los países de África”. Del mismo modo, en el PND se plantea que: “se implementará una estrategia de cooperación internacional para alinear a los cooperantes bilaterales y multilaterales en el fortalecimiento de las capacidades nacionales para la generación y ejecución de políticas y estrategias públicas para la justicia racial y en favor de los pueblos étnicos, se promoverán actividades culturales y deportivas en el exterior con enfoque étnico, y se apoyará la realización de cumbres internacionales con enfoques étnicos” (p. 243). Finalmente, “Se afianzarán las relaciones políticas y comerciales con los distintos países, en concordancia con los vínculos y orígenes históricos comunes. Este acercamiento incluirá a la Organización para la Unidad Africana, el Banco Africano de Desarrollo y la Cumbre África-Suramérica (ASA), foro que reúne a 54 países africanos y 12 suramericanos. Todo esto, hará parte de la “Estrategia África” que tiene como objetivo aumentar la presencia colombiana en ese continente mediante una mayor representación diplomática y consular, consolidación de la relación política y económica entre esa región y Colombia”(p. 293).
Las relaciones entre Colombia y los países del continente africano no inician con este gobierno. El Estado colombiano tiene presencia diplomática en Marruecos, Argelia, Kenya, Ghana, Egipto y Sur-África, los cuales comprenden concurrencias, lo que amplía la posibilidad de establecer acuerdos diplomáticos con otros estados. Las relaciones internacionales han impulsado el crecimiento de las empresas colombianas (Nutresa, Colombina, Alpina, Promociones Fantásticas, y Masglo). Las exportaciones e influencias han crecido, lo que representa anualmente miles de millones de dólares para la economía nacional. Estas cifras de exportación podrían seguirse incrementando en los próximos años.
Según “El Informe de Potencialidades de Exportación de Colombia a África” de la Asociación Nacional de Exportaciones Exteriores, ANALDEX, entre 2016 y 2020, “el país ha exportado al continente africano un total de USD FOB $1.124,8 millones. Entre los principales países africanos a los que Colombia exporta se encuentra Costa de Marfil con un total de USD FOB $458,8 millones, resaltando el año 2019 como el registro más alto en el periodo analizado con una cifra de USD FOB $135,1 millones, seguido por Sudáfrica, con un total exportado de 106,4 millones y como tercer destino, Gabón, con un total de 88,4 millones”. Hay una variedad de productos exportados entre los cuales sobresalen: “los combustibles minerales, con un total 1.124,8 millones, que registran una variación con tendencia negativa de (48,4%) entre 2019 y 2020 a causa de los efectos de la pandemia. En segundo lugar se encuentran los azúcares y productos de la confitería que registraron una caída del 51,3% en 2020 y las máquinas, aparatos y artefactos mecánicos, reactores nucleares con una caída del 2,9%”. En el contexto de la pandemia, “algunos grupos de productos han tenido un mejor desempeño en este mercado en el periodo (2019 – 2020), los principales rubros de productos son: Carne y despojos comestibles (29,9%), Herramientas y útiles, artículos de cuchillería (17,8%), Preparaciones a base de cereales, harina (47,9%), Productos diversos de las industrias químicas (141,2%)”.
Empero, el giro diplomático que propone el nuevo gobierno no podría continuar con la profundización de la caduca y violenta tradición extractivista, explotadora y consumista (los casi 1200 millones de habitantes ha hecho que el continente sea visto, en esta nueva era simplemente como potencial consumidor). El mundo vive épocas de cambios multidimensionales, además de los llamados históricos por la justicia. Esto es, el continente africano no puede seguir siendo concebido como territorio de conquista, saqueo, explotación o según el potencial de consumo, como se plantea en esta nueva era. No solo por los fundamentos políticos del nuevo gobierno colombiano, sino por las dinámicas propias actuales del continente que demandan y construyen procesos de justicia histórica, reparación y no repetición. El continente con el porcentaje más significativo de jóvenes en el mundo, África, también transita por olas de transformación que hoy impulsan de forma creativa, innovadora e imaginativa avances en las sociedades africanas. La diplomacia tradicional, pese a las ganancias generadas para el país, poco ha dinamizado intercambios ciudadanos entre los países que contribuyan al enriquecimiento mutuo multidimensional. Por tanto, lo que nombramos el giro diplomático o justicia diplomática, siguiendo con el Plan Nacional de Desarrollo, pretendería ampliar las relaciones internacionales desde el plano de la horizontalidad y la justicia. Esto implica que los intercambios comerciales comprendan la justicia distributiva. Por ejemplo, las economías populares, campesinas y étnicas podrían encontrar en el continente africano escenarios posibles para introducir en el mercado internacional sus productos. Entonces, resulta necesario también que se el país avance considerablemente en la reforma agraria y en los procesos de agroindustrialización. Asimismo, se abriría una gran compuerta para animar y consolidar esfuerzos horizontales de cooperación científica, tecnológica, cultural, ambiental y energética. Las universidades y centros de investigación jugarán un papel determinante en este nuevo escenario. Por supuesto, finalmente, estos vínculos renovados pondrían sobre la mesa la imperiosa necesidad del crecimiento de ida y vuelta, las importaciones provenientes del continente africano son relativamente bajas en comparación con las exportaciones de Colombia (HOW2GO, 2022).v
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