Desde finales del año 2020, en la vía Cali – Buenaventura, entre Zaragoza y Córdoba, se han venido presentando uno o dos accidentes de tránsito semanales, seguido de robos a las víctimas heridas y/o fallecidas. En los últimos 10 días -entre el 24 de enero y el 1 de febrero del 2021- han ocurrido 7 accidentes de tránsito en la misma zona y bajo el mismo patrón, lo que permite empezar a construir una teoría del caso sobre una posible sistematicidad de estos siniestros de tránsito seguido de actos delincuenciales de hurto a las víctimas.

Hacemos un llamado a la alcaldía distrital, el Ministerio del Interior, la fuerza pública de Colombia y la Fiscalía General de la Nación como autoridades oficiales para que adelanten una acción conjunta que permita investigar exhaustiva y profundamente lo recurrente de estos hechos y así brindar la seguridad vial y tranquilidad a los pobladores, conductores y pasajeros en esta importante vía que une el puerto más importante de Colombia con el interior del país.

Es aberrante y extremadamente doloroso ver cómo el conflicto armado y la degradación de la violencia instaurada de forma gradual y paulatina por más de 30 años en la vida cotidiana de los bonaverenses se haya normalizado y naturalizado con el paso de los años, al punto que nuestros adolescentes, jóvenes y hombres en edad productiva manipulados por estructuras violentas han convertido sus proyectos de vida, en proyectos de muerte en los que usan su inteligencia, habilidades y talentos para imponer en la comunidad la violencia y el terror, con una pérdida total del valor de la vida en todas sus dimensiones.

Cada mañana despertamos viendo a paisanos, familiares, vecinos, hijos de esta tierra del Pacífico, que desde temprana edad y brutalmente empezaron a ser despojados de la cultura del pacífico fundamentada en fuertes lazos de hermandad y alegría, siendo cooptados por estructuras armadas ilegales e imbuidos a adoptar prácticas violentas de asesinato, masacre, violación, desplazamiento forzado, desmembramiento de personas, extorsión, cobro de “vacunas”[1], y al parecer en los últimos tiempos, la provocación de siniestros de tránsito seguido del robo a las víctimas. Que han logrado desestabilizar y atemorizar nuevamente a la población.

[1] “Vacunas”: robo programado del producto del trabajo honesto y esforzado de cientos de bonaverenses, hombres y mujeres, que se levantan todos los días a trabajar para dignificar sus vidas y sus familias.

Estos jóvenes y hombres bonaverenses que integran grupos armados ilegales, a quienes la comunidad apoda “los malos”, se han convertido en estructuras locales que producen dolor, miedo y terror a través de los repertorios de violencia que protagonizan. Pero al mismo tiempo son víctimas de las diferentes formas de violencia sociopolítica y armada instaurada en Buenaventura por grupos armados ilegales y por las dinámicas del capital que han logrado controlar impositivamente la vida comunitaria y familiar de los bonaverenses.  Los llamados “malos” de hoy, son los mismos niños, adolescentes y jóvenes de hace 20 y 30 años atrás. Son parte de las víctimas de los verdaderos rostros de la violencia que desde las últimas dos décadas del siglo pasado (1980 y 1990) llegaron a nuestra amada Buenaventura y se fueron infiltrando en nuestras vidas deteriorando y sustituyendo nuestros valores culturales como de respeto por los mayores, el valor de la vida y la ayuda mutua, las relaciones de vecindad, compadrazgo y paisanaje, por una cultura violentamente degradada y deshumanizada.

Pero a pesar que familiares, vecinos y paisanos nuestros hoy sean funcionales a la violencia, el pueblo bonaverense continúa pariendo hijas e hijos dignos, hombres y mujeres que defienden y respetan la vida y las relaciones comunitarias porque saben que son estos aprendizajes donde está la gratitud por el don de la vida recibido.

Hoy hacemos el llamado a nuestros hermanos y hermanas, paisanos y paisanas, a quienes mediante una práctica racista y discriminatoria les han arrebatado sus proyectos de vida familiar y comunitaria, convirtiéndoles en instrumentos de la violencia y de la guerra.

Pero además de este llamado también convocamos a las y los bonaverenses para que no le cedamos nuestro espacio a la violencia, al miedo ni al terror, sino que sigamos luchando unidos(as) para desinstalar las practicas de violencia que nos ha ensombrecido y con nuestra fuerza interior y  sabiduría heredada de nuestras ancestras y ancestros, empecemos a resembrar en nosotros mismos y en nuestros hijos e hijas los valores culturales que históricamente nos han caracterizado para volver a ser la comunidad alegre, de puertas abiertas y fuertes lazos de familiaridad, vecindad, paisanaje y compadrazgo.

Y finalmente, volvemos a reiterar el llamado a la fuerza pública, la Fiscalía, el Ministerio del Interior y la alcaldía de Buenaventura para que cumplan su rol constitucional, analicen el contexto, investiguen y judicialicen a los responsables de este nuevo fenómeno de violencia, porque lamentablemente además de ser víctimas del sistema de violencia también se han convertido en victimarios y tod@s debemos asumir las consecuencias de nuestros actos.

 

ORGANIZACIONES DEFENSORAS DE DERECHOS HUMANOS

 

PALENQUE REGIONAL EL CONGAL – PCN CENTRO DE PASTORAL AFROCOLOMBIANA
CORMEPAZ COLECTIVO JUVENIL TRANSFORMANDO MENTES
ASOCIACION TERRITORIOS GANADOS AL MAR COMITÉ DEL AGUA
SINTRAUNICOL CALI Y BUENAVENTURA JUNTAS DE ACCION COMUNAL DE LOS BARRIOS LA CIMA, ISLA DE LA PAZ
MOVICE CAPITULO VALLE NOMADESC

 

ALERTA ACCIDENTES - RN