Al pueblo colombiano le informamos que durante los días 30 y 31 de agosto, en Bogotá, sesionó la Comisión Política de la Cumbre Agraria, Campesina, Étnica y Popular con la participación de los quince procesos que la conformamos.

Realizamos un análisis de contexto en donde se destaca la agudización de la guerra de la oligarquía colombiana y el capitalismo internacional contra el pueblo colombiano, que ha significado el recrudecimiento de la represión a la protesta popular; un mayor deterioro de las condiciones de vida del pueblo mediante reformas económicas neoliberales; la profundización de un modelo agroindustrial y extractivista de enclave, subordinado al capital financiero que arrasa con los territorios y las comunidades y pueblos que los habitan; amenazas y judicializaciones contra luchadores y luchadoras populares; y miles de asesinatos de personas líderes sociales y defensoras de Derechos Humanos y de ex guerrilleros firmantes del acuerdo de paz, que engrosan las cifras históricas de la impunidad y la barbarie.

Miles de ex guerrilleros de las FARC EP que dieron el paso de llegar a un acuerdo de paz con el Estado Colombiano, lo hicieron con el convencimiento que la construcción de una paz estable y duradera era posible. No obstante, hoy existen claros incumplimientos y avances paquidérmicos del Acuerdo Final de Paz por parte del Estado. En ese contexto, un grupo de excombatientes decidieron retomar las armas y continuar la lucha invocando su derecho a levantarse contra la opresión.

La historia le ha enseñado al pueblo que la oligarquía colombiana es experta en la perfidia. Enfrentamos a un Estado genocida y fascista al que no le interesa la paz, porque la violencia es una de sus principales formas de acumulación de riqueza y dominación ideológica y política.

La paz para el pueblo colombiano es sinónimo de transformaciones, que sólo será posible cuando el pueblo tenga el poder. Sin embargo, le seguimos apostando a la solución política al conflicto social y armado Colombiano que ponga a prueba la voluntad del régimen de cesar la guerra contra el pueblo, con la participación amplia y decisoria de la sociedad y el cumplimiento de todos los acuerdos: Acuerdos de la Habana, Agenda de negociación entre el ELN y el Estado colombiano, y los miles de acuerdos con el movimiento social popular. Invitamos al movimiento Defendamos la Paz para que en su agenda incluya los anteriores ejes.

No podemos caer en las trampas del pacifismo o el “diálogo social” que plantea el gobierno de Duque para cooptar, neutralizar e inmovilizar. La Cumbre Agraria se movilizó y dialogó con el gobierno nacional; no obstante, aún está a la espera del cumplimiento de los acuerdos de Santander de Quilichao del año 2016, que los gobiernos de Santos y Duque han saboteado desgastando la Mesa Única Nacional, espacio de negociación conquistado por el movimiento agrario en la Minga y los paros agrarios de los años 2013 y 2014. Similar situación acontece con los acuerdos con el movimiento estudiantil, el magisterio, los trabajadores estatales, las consultas populares contra la minería, y los pueblos y comunidades de Buenaventura, Chocó, Arauca, Casanare, sur de Bolívar, centro y sur del Cesar, Catatumbo, Cauca y Nariño, entre otras.

Reafirmamos nuestra firme convicción, disposición y voluntad política de seguir trabajando por la unidad, en el marco de los mandatos de la Asamblea Legislativa Popular y de los Pueblos y del Encuentro Nacional de Organizaciones Sociales y Políticas, escenarios democráticos con una participación amplia y diversa del movimiento social popular y los pueblos étnicos, que arrojaron propuestas para avanzar en la Unidad Programática a partir de la construcción colectiva de una Plataforma de Lucha y un Pliego de Exigencias que sean la síntesis de las banderas políticas, económicas, sociales, ambientales y culturales, que el pueblo colombiano ha levantado históricamente a través de sus luchas.

Para continuar ese proceso, convocamos a las diferentes organizaciones, procesos y plataformas sociales populares a realizar un Encuentro Nacional en el que socialicemos nuestros pliegos, plataformas y los acuerdos incumplidos por parte del Estado, y nos dispongamos con voluntad unitaria a preparar una gran movilización nacional para el próximo año, que nos permita dar un salto cualitativo en la lucha política por cambios estructurales.

A nuestras bases, organizaciones, procesos y plataformas, las convocamos a preparar la Asamblea Nacional de la Cumbre Agraria a celebrarse en la primera semana de febrero del próximo año, en la que nos proponemos reagruparnos para fortalecer las luchas del pueblo colombiano. Nuestro Pliego de exigencias: Mandatos para el Buen Vivir, por la Reforma Agraria Estructural Territorial, la Soberanía, la Democracia y la Paz con Justicia Social, será tema central en la Asamblea, para enriquecer nuestro aporte a una Plataforma Nacional del pueblo colombiano que sea el instrumento que guíe la lucha común, a esa tarea nos convocamos desde ya. También será objeto de nuestras reflexiones y análisis el fortalecimiento a nivel regional, tanto en lo organizativo como en lo ideológico y político: Hacer de la Cumbre Agraria una escuela de formación es la consigna que propone la Comisión Política.

Finalmente, reiteramos nuestra convocatoria al pueblo colombiano para que entendamos que frente a la guerra del capitalismo contra el pueblo, el camino es la unidad y la lucha en las calles y carreteras de nuestro país. El derecho a rebelarnos nos asiste, es hora de agruparnos y arroparnos mutuamente para fortalecer el poder popular y derrotar el régimen opresor.

SEMBRAMOS ESPERANZA, COSECHAMOS PAÍS

COMISIÓN POLÍTICA CUMBRE AGRARIA, CAMPESINA, ÉTNICA Y POPULAR