#Alerta #Aleeeeeerta

El territorio ancestral de los ríos Naya, Yurumanguí y Cajambre, está ubicado al sur del Distrito Especial de Buenaventura. Este territorio constituye uno de los corredores naturales del Pacífico, cuyas comunidades han sido afectadas sistemáticamente, por los desplazamientos, emplazamientos, asesinatos, masacres y amenazas a sus líderes y líderesas, entre otros hechos que atentan contra los Derechos Humanos y configuran actos de lesa humanidad. Aunque las comunidades que habitan en esta zona, sus organizaciones étnico-territoriales y sus consejos comunitarios, como autoridades étnicas, han hecho resistencia contra estos actos, y han apostado abiertamente a la terminación del conflicto armado interno, el balance, tiempo después de la firma de los acuerdos del Gobierno Colombiano con las FARC – EP, es que las amenazas sobre las comunidades, el territorio y sus liderazgos, continúan.

Alertamos de la presencia de dos actores armados, desde hace meses, en los territorios de los ríos Naya y Yurumanguí: la columna móvil Jaime Martínez de las FARC – EP y hombres de las Fuerzas Unidas del Pacifico (FUP) que controlan la parte alta y baja de estos dos ríos, respectivamente.

El control que han impuesto estos grupos, ha traído como consecuencia el miedo y la limitación en la movilidad de las comunidades e incluso, la imposiblidad de hacer con tranquilidad las actividades cotidianas y productivas que tradicionalmente se realizan en el territorio. Un posible enfrentamiento entre estos grupos genera riesgos de que las comunidades queden en medio del fuego cruzado, que haya desplazamiento forzado interno, confinamiento y controles alimentarios a las comunidades. La situacion que se vive y los riesgos afectan a los niños, niñas y jóvenes principalmente. Una situación similar están afrontando las comunidades negras del Consejo Comunitario de la Cuenca Baja del río Calima y de los Territorios Ganados al Mar de la zona urbana de Buenaventura.

Por otra parte, denunciamos esta situación como resultado de las acciones ineficientes del Estado colombiano, quién no adoptó las medidas necesarias para mantener la tranquilidad en los territorios, posterior a la desmovilización de las FARC – EP, cuyo “espacio” vacío, es el que hoy ocupan los grupos mencionados anteriormente.

Como si fuera poco, el Estado no ha cumplido las condiciones mínimas para garantizar la reincorporación de los combatientes de dicha organización; no ha tomado ninguna medida para fortalecer a las autoridades y organizaciones étnicas y, hasta ahora, no ha incorporado adecuadamente el componente étnico en la ejecución e implementación del acuerdo final, ni ha cumplido con la implementación del Capítulo Étnico.

Sumado a lo anterior, luego de casi 10 años desde su promulgación, la mayoría de las órdenes dadas por la Corte Constitucional en el Auto 005 y en la sentencia T025 de 2004 que establece el estado de cosas inconstitucionales para la atención de la población en situación de desplazamiento forzado interno, confinamiento y resistencia, siguen sin ser cumplidas.

En 25 años, no se ha reglamentado, ni implementado integralmente, la Ley 70 de 1993, lo que constituye una violación de los derechos individuales y colectivos de la población, y una condición de vulnerabilidad de las comunidades afrodescendientes, raizales y palenqueras en contextos rurales y urbanos.

Ante esta situación, demandamos al Estado colombiano y a las autoridades nacionales e internacionales competentes, prestar atención y tomar todas las medidas necesarias, para evitar el desplazamiento o confinamiento de estas comunidades, y cualquier otra acción que atente contra su vida, su dignidad y libertad como pueblo Negro.

Exigimos a los actores armados el respeto por los derechos y la vida de las comunidades; De igual forma, exigimos evitar que las comunidades queden en medio del fuego cruzado en sus pugnas por los territorios.

Convocamos con urgencia para los días 25, 26 y 26 de octubre, una Misión de Acompañamiento Humanitario para verificar en terreno la situación, y brindar el apoyo necesario a las comunidades, organizaciones y sus distintos liderazgos.

CONSEJO NACIONAL DE PAZ AFROCOLOMBIANO – CONPA
PROCESO DE COMUNIDADES NEGRA EN COLOMBIA – PCN
NOMADESC