Des/DIBUJANDO EL PAIS/aje. Aportes para la paz con los pueblos afrodescendientes e indígenas: territorio, autonomía y buen vivir

 

«Por eso son tan importantes los nuevos derechos, que se abren camino desde la diversidad, con redefiniciones que responden a la desigualdad y a la diferencia (para la igualdad y la equidad): derechos desiguales para la igualdad. Derechos de los individuos en el colectivo, que tienen vida especial cuando se trata de derechos de pueblos en una nación multicultural y pluriétnica, en un Estado multinacional o en universos con varios mundos (Arturo Escobar). La construcción de paz para los pueblos étnicos es todo esto. El mínimo es el derecho a existir, a pervivir frente a la violencia estructural que viene de siglos y que ahora se estrella con fuerzas destructivas que no toleran la diferencia, que están por la apropiación de territorios para la explotación de recursos naturales, aunque con ello destruyan lo comunitario y los pueblos. Más allá del mínimo vital, esa paz no la confunden los pueblos con armisticios o pactos sobre armas que no le quiten el oxígeno a las nuevas microguerras del despojo.

Los pueblos étnicos interrogan a la paz del postacuerdo desde la disputa de los ordenamientos y reordenamientos del territorio: el desorden territorial de la guerra por recursos; no quieren que se pase a un reordenamiento forzado bajo los patrones de la megaminería, el extractivismo forestal o la concentración de tierras para la agroindustria y los hidrocarburos (Conpa). Como alerta Boaventura de Sousa Santos: «¿Será que el día siguiente de firmada la paz verán las comunidades los tractores y la maquinaria entrando en sus territorios para la explotación? No es para eso que se quiere la paz, es para otra cosa, y esa cosa es realmente la dignidad y el respeto, la interculturalidad del derecho a la tierra y al territorio, los derechos de la Pacha Mama»». Camilo González Posso

«Este libro, entonces, no es tanto una contribución al proceso de paz de La Habana sino un aporte para la construcción de la paz a largo plazo. Es una colección de artículos, entrevistas, poemas y comunicados de activistas, líderes, lideresas, académicos/as y aliados de los movimientos indígenas y negros, que anhelan profundamente una paz que los incluya. Es un testimonio de las perspectivas y temas que tienen que ver con las comunidades afectadas hondamente por la guerra interna y por las violencias mucho más históricas, relacionadas con la trata trasatlántica de esclavizados y la esclavización en las Américas, el etnocidio y los feminicidios a través de una colonización que no ha terminado. Es una colección que recorre las implicaciones del racismo, la exclusión, la violencia de género y la violencia contra la naturaleza, y contra las mujeres y hombres afrodescendientes e indígenas y sus comunidades; todo ello vinculado con el conflicto armado interno. Pero, más importante  aún, se trata de las propuestas, afirmaciones, aportes y acciones políticas que son apuestas de vida, de una nueva sociedad, de un nuevo mundo posible.

La paz para los pueblos indígenas y negros es un tema y un compromiso permanente. Así que este libro es solo un paso en la larga historia de una apuesta que es de los pueblos; que incluye el reconocimiento de múltiples formas de ser, de la gente campesina, los pueblos ROM, los y las LGBTI, las mujeres, etc. Se espera que este trabajo sea un aporte entre los muchos que faltan, y que son necesarios para abordar la paz de manera real, dentro de un contexto global y nacional que es todavía hostil a las reivindicaciones históricas de los pueblos étnicos.» Sheila Gruner

FINAL_libro Desdibujando_20 Agosto