DECLARACIÓN PÚBLICA

Las mujeres negras afrodiaspóricas reunidas en la región del Norte del Cauca, en el territorio negro ancestral de la vereda de Quinamayó, desde nuestra diversidad, experiencia y resistencias,  asumiendo la herencia de lucha de nuestros ancestros y ancestras y reconociendo el valor ancestral de nuestros territorios:

 DECLARAMOS

Que defendemos los derechos étnico-territoriales a la identidad, al territorio, a la autonomía, a la participación, a la organización, a la opción propia de futuro y nos solidarizamos con la lucha de las mujeres negras y pueblo negro del mundo.

 Que el territorio es la vida y la vida no se vende, se ama y se defiende, el territorio es el patrimonio de los renacientes. Que nos ratificamos en el cuidado de nuestro territorio como espacio para existir y re-existir y no como un negocio para favorecer los intereses económicos de otros. Toda decisión que se tome sobre nuestros territorios debe involucrar a nuestra comunidad.

Que nos reafirmamos en el cuidado de nuestras prácticas ancestrales, nuestra medicina tradicional, nuestra historia y nuestra soberanía y autosuficiencia alimentaria. El cuidado de la ancestralidad es el principio que orienta nuestras acciones.

Que reconocemos la sabiduría de nuestras ancestras y nuestras mayoras que son un pilar de nuestros procesos de lucha y un faro que guía nuestra comunidad.

Que reivindicamos nuestras formas propias de organización, persistimos en su autonomía, apostándole al autogobierno. Insistimos en que el movimiento social afro fortalezca la participación de las lideresas en los procesos organizativos.

Que rechazamos la explotación minera ilegal e inconstitucional. La invasión de multinacionales y foráneos en nuestros territorios nos ha traído delincuencia, violencia, abuso sexual y ha afectado nuestra cultura y vida en comunidad. La minería ilegal e inconstitucional ha acabado nuestras fuentes de sustento la como agricultura, la pesca y la minería ancestral, ha contaminado con mercurio nuestra agua, nuestros alimentos y nuestros cuerpos.  Denunciamos la complicidad de las autoridades con la entrada de minería ilegal, el otorgamiento de permisos sin consultarnos previamente y la persecución a la minería ancestral.

Que rechazamos los megaproyectos agroindustriales que nos han traído amenazas, despojo y contaminación. Nos oponemos a la presencia de actores en el territorio que amenazan y ponen en riesgo la vida de la comunidad y nuestras lideresas.

Que como mujeres negras nos une un sentimiento de sororidad, hermandad y unidad,  nuestra apuesta es el auto cuidado colectivo. Nuestra fuerza proviene de la resistencia de nuestras ancestras y de la que ejercemos diariamente en nuestras casas, familias y comunidades.

Somos mujeres negras empoderadas. Nuestra política es el afecto colectivo, el amor y el cariño.

 

INSISTIMOS, PERSISTIMOS Y NO DESISTIMOS

 

Quinamayó, 20 de noviembre de 2016.