En 1977, la ONU, estuvo a bien declarar el 8 de marzo, como el día Internacional de la mujer, en respuestas a sus luchas, declaraciones, destacamentos y otorgamientos de títulos significativos (como el que ostento la Virgen María, cuando Dios la escogió, para que fuera la Madre de Jesús). Solo quiero decir, que hoy no es un día deportivo, de regalos (como el día de la madre, al menos que sea de reconocimientos), sino más bien de meditación y reconocimientos a aquellas mujeres que hacen lectura crítica del mundo, dinamizan procesos y hasta arriesgan sus vidas, en busca de su transformación.

Voy a resaltar algunas, de cientos o miles que existen: Lisistrada, una mujer de la antigua Grecia, fue la primera en promover una huelga sexual, contra los hombres, que promovían las guerras; Hipatia, una distinguida Filosofa y científica de Alejandría, matemática y astronómica, promovía el laiquismo y las interpretaciones lógicas, fue asesinada por cristianos de la época; Policarpa Salavarrieta (conocida como la heroína colombiana), de familia acomodada, luchaba contra los altos tributos que imponía España, cuando la sentencian a muerte, me encanta, cuando ella le pide al verdugo, que le deje decir unas palabras, antes de fusilarla y es cuando dice” Pueblo indolente y distinta seria vuestra suerte, si conocierais el precio de la libertad, aunque mujer y joven, me sobra valor para sufrir la muerte y mil muerte más, VIVA LA LIBERTAD” y dio la orden para que le dispararan, el pueblo nunca entendía que los estaban explotando; pero permítanme, mencionar a mi querida Rosa Louise Mc Cailey( Rosa Parks, después de su matrimonio), promotora del cambio jurídico discriminatorio de los Estados Unidos, Única mujer en el mundo, que ostento la Medalla presidencial de la Libertad en EUA. Pero también permítanme destacar el papel significativo, que jugó nuestra distinguida Leyla Andrea Arroyo Muñoz, en el proceso de legalización de los territorios ancestrales de las comunidades negras en Colombia.

Por. Mario Angulo Sanclemente.