En un esfuerzo por sacar adelante el Tratado de Libre Comercio con Colombia, la administración de Obama y líderes del Congreso de Estados Unidos han venido diciendo que la violencia en Colombia no es tan grave como los reportes claman y que la administración de Juan Manuel Santos está mostrando grandes avances en materia de derechos humanos!

 

Debería el gobierno de los Estados Unidos y su gente establecer aun más cercanas relaciones con el gobierno de Colombia a través de un Tratado de Libre Comercio, cuando el gobierno solo se ha comprometido con cambios cosméticos en materia de derechos humanos y libertades fundamentales? El Proceso de Comunidades Negras (PCN) responde NO! El gobierno Colombiano no ha establecido medidas efectivas que aseguren que el TLC no incrementará la frecuencia e intensidad de los abusos de derechos humanos cometidos contra las Comunidades Afrocolombianas, quienes ocupan tierras que potencialmente alcanzaran mayor valor como resultado del TLC. “El PCN se opondrá al TLC con Estados Unidos hasta que el gobierno de Colombia demuestre verdadero compromiso para atender los pasados y presentes crímenes contra las comunidades Afrocolombianas y defensores de derechos humanos” declaró Charo Mina- Rojas, Coordinadora Nacional de Cabildeo y Relaciones Internacionales del PCN, con base en Washington, DC.

 

PCN y la mayoría de Consejos Comunitarios, organizaciones y comunidades Negras, escribieron una carta conjunta al Congreso de Estados Unidos la semana pasada, firmada por 431 organizaciones y personas de Estados Unidos y Colombia, expresando su clara oposición al TLC con Colombia hasta que el gobierno Colombiano muestre resultados concretos en materia de derechos humanos y condiciones laborales.

 

Los Representantes Hank Jonson (Georgia), George Millar (California y Linda Sánchez (California), igualmente hicieron eco de la preocupación de la sociedad civil sobre el TLC. En una rueda de prensa la semana pasada, después de la visita de sindicalistas Afro-Colombianos al Congreso de los Estados Unidos, los Representantes enfatizaron que el Tratado de Libre Comercio con Colombia no debe ser ratificado mientras violencia, intimidación, asesinatos, amenazas de muerte y masacres continúen ocurriendo en Colombia.

 

“Es escandaloso que Colombia es el país más peligroso para sindicalistas y uno de los más peligrosos para defensores de derechos humanos y sin embargo el TLC continua teniendo un fuerte lobby, bajo la excusa de que  hay “progreso significativo” en materia de derechos humanos. Al menos 50 líderes Afrodescendientes han sido asesinados en los últimos quince años. Cientos de personas Negras han sido brutalmente asesinadas para ganar control sobre sus territorios y recursos naturales y para acallar sus voces de resistencia. Docenas de organizaciones Afro-Colombianas y Consejos Comunitarios, incluido el PCN, son objetivo militar de paramilitares y guerrillas. Este año, grupos armados asesinaron brutalmente a tres lideresas Afrodescendientes que no recibieron protección del gobierno a pesar de estar amenazadas de muerte”, de acuerdo con Mina-Rojas.

 

El Puerto de Buenaventura, la puerta por donde maíz, arroz, pollos y carne de Estados Unidos alcanzará los mercados de Latino América, es uno de los lugares más peligrosos del continente. Buenaventura, un eje de actividad económica para Colombia, es también uno de los lugares donde más se abusa y desplazan Afrocolombianos.

 

El lunes 20 de junio la Oficina de las Naciones Unidas para los Refugiados (UNHCR), anunció que Colombia ocupa el primer lugar en desplazamiento interno en el mundo, enfatizando que los pueblos Indígenas y Afrodescendientes continúan siendo víctimas prominentes de este fenómeno. El gobierno Estadounidense debe recordar que los desplazados internos Indígenas y Afrocolombianos son en su mayoría pequeños agricultores de vocación, provenientes de territorios colectivos y resguardos, localizados en tierras ricas donde poderes económicos y políticos, legales e ilegales buscan tener control y, que la mayoría del desplazamiento interno sucede por la colusión entre actores del gobierno y violencia paramilitar.

 

La interconexión entre violencia, desplazamiento interno, propiedad territorial, pobreza y gente Negra, muestra que el 72% del desplazamiento interno de población Negra proviene de sus territorios colectivos. Los Afrodescendientes –al lado de los Indígenas- son los más pobres entre los pobres con un 80% de su población viviendo por debajo de la línea de pobreza y 74% con menos del salario mínimo legal.

 

Es imperativo no ignorar tampoco el gran daño que el multimillonario “Plan Colombia” ha causado sobre los derechos territoriales, culturales y económicos de comunidades Afrocolombianas e Indígenas. Estas han sido fuertemente afectadas por las fumigaciones aéreas, el desplazamiento de cultivos ilícitos a sus territorios y el incremento de la violencia discriminada contra sus líderes. PCN y los signatarios de esta carta hacen un llamado urgente a los legisladores estadounidenses y al Presidente Obama para que no se cometa otro grave error como este. Las relaciones de Estados Unidos con Colombia no deben privilegiar intereses económicos de corporaciones multinacionales sobre la vida y derechos humanos de la gente colombiana.

 

El presidente Obama prometió durante su campaña electoral  oponerse al TLC con Colombia hasta tanto la situación de derechos humanos hubiese mejorado seriamente, bajo la lógica de que los derechos humanos deben ser parte critica de la ecuación comercial. El TLC Colombiano fue concebido y sería aprobado en un ambiente de masiva violación de derechos humanos. La decisión sobre el TLC es un tema que para muchos colombianos significa un asunto de vida o muerte, nosotros esperamos que el gobierno de Estados Unidos haga lo correcto y diga no a este TLC.