La Defensoría del Pueblo de Colombia pidió hoy al Gobierno «medidas urgentes» en la zona del litoral pacífico donde fueron masacrados siete pescadores, al recordar que en julio pasado alertó sobre los riesgos que padecen los indígenas y los afroamericanos por la presencia de guerrilleros y paramilitares.
El Defensor del Pueblo, Volmar Pérez, indicó que los pescadores habitaban en zonas cercanas al río San Juán y sus cadáveres fueron encontrados flotando en sus aguas.

El Defensor del Pueblo, Volmar Pérez, indicó que los pescadores habitaban en zonas cercanas al río San Juán, en el departamento de Chocó, y sus cadáveres fueron encontrados flotando en sus aguas, de acuerdo con la información que le suministró la Alcaldía del municipio de El Alto San Juan.
La Defensoría había señalado en una «alerta temprana» del 14 de julio de 2008 «los riesgos potenciales de violencia a la que se encuentran expuestos los 5.600 habitantes del municipio Litoral del San Juan».
En su momento, ese despacho afirmó que los grupos armados que operan en la región, como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y paramilitares, buscan aprovechar «las ventajas geográficas y los recursos naturales de la zona por su salida al mar Pacífico».
Debido a las situaciones de violencia, la Defensoría pidió a las autoridades «medidas urgentes y eficaces para garantizar la protección y los derechos fundamentales de esas comunidades, que padecen los rigores de la confrontación armada en el país», añadió.

Los pueblos que habitan esa conflictiva región de Colombia están conformados por población de origen indígena (etnias embera y Wounnan) y afroamericanos.
El río San Juán en su llegada al Pacífico se bifurca en nueve bocas, donde las autoridades han detectado una fuerte actividad de grupos ilegales dedicados al tráfico de armas, drogas y personas hacia la frontera con Panamá.

El asesor de Paz del Chocó, Luis Murillo, declaró este jueves a periodistas que los siete pescadores habían desaparecido días atrás en el sitio Boca de Chavica (unos 500 kilómetros al oeste de Bogotá), y que después de ser asesinados sus cuerpos fueron lanzados a una zona de manglares.
Recordó que el año pasado se registraron cuatro asesinatos similares en esa región, donde operan facciones rebeldes y escuadrones paramilitares.